Encuentro CEVIM para misioneros jóvenes y estudiantes – París, 2025

Dice el estribillo de la canción:

“volver, con la frente marchita,
las nieves del tiempo,
platearon mi sien;
sentir que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que feliz la mirada errante en la sombra;
vivir con el alma aferrada,
a un dulce recuerdo que lloro otra vez “

Y con este estribillo nos podemos transportar a los cuatrocientos años del Contrato de Fundación de la Congregación de la Misión. Volver, significa pasar por el corazón nuestros inicios y a los comienzos de nuestra vocación, porque, recordar es volver a nuestro primer amor.

Entre los días 22 y 26 de julio, las calles de París y los pasillos de nuestra Casa Madre, se han visto inundados del espíritu renovado de nuestro Padre fundador. Sesenta misioneros jóvenes (incorporados, admitidos y aspirantes) de diferentes provincias de Europa, nos hemos reunido en el nuevo San Lázaro para compartir la unidad en la diversidad para la evangelización de los pobres.

Por eso, volver a los inicios de nuestra Congregación supone abrir nuevas sendas, buscar nuevas herramientas de primer anuncio, bebiendo de las fuentes y del legado  que nos dejó san Vicente de Paúl. Supone abrirnos a la interculturalidad , a la realidad de comunidades donde todos vivamos con fervor el espíritu vicenciano; acogiendo, promoviendo, integrando y acompañando que son signos de comunidades vivas  y fraternas con ganas de trabajar en equipo y con confianza por la causa del Reino de Dios, entre los pobres más pobres de nuestra sociedad.

Volver, significa en este año jubilar de esperanza, prepararnos a una nueva vida, a una vida configurada con Cristo evangelizador de los pobres, a una vida transfigurada en Aquel que nos amó primero, no sólo para ir a una diócesis, sino para  todo el mundo.

Volver, es recordar los sitios donde Vicente de Paúl pasó, haciendo el bien como hizo nuestro Señor. Volver, es prepararnos para beber de las fuentes del vicencianismo. Volver, es ser coherente con nuestra vocación y radicales con el evangelio. Volver significa ser hombres apostólicos de oración que ayuden a salir de las comodidades y seguridades mundanas, para entregarse a Dios y ser misioneros de la esperanza, ante tantas oscuridades de nuestra vida.

Los días vividos en París suponen un punto de inicio, poner el cronómetro a cero, mirar al futuro con esperanza, y centrar la vida en Jesucristo evangelizador de los pobres.  

Y, en estos 400 años, volver dando gracias a Dios por estos siglos de evangelización, de feliz mirada, te buscamos y encontramos en el amor primero humilde y sencillo. Sentir que en el impulso del Espíritu, en el recuerdo de aquellos acontecimientos de los orígenes que dieron vida a la Congregación y al que nosotros estamos llamados a dar vida y continuadores de la herencia de nuestro santo fundador.

Aarón Delgado, C.M.

 

 

David Carmona, C.M.

David Carmona, Sacerdote Paúl, es canario y actualmente reside en la comunidad vicenciana de Casablanca (Zaragoza).

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