Encuentro de la AIC de Zaragoza con la presidenta y el consejo nacional AIC

El martes día 10 de Mayo, nos reunimos en la parroquia de San Vicente de Paúl de Zaragoza los diferentes grupos de la AIC de esta ciudad aragonesa. Al acto acudieron la presidenta nacional Concepción de Santiago, la secretaria Pilar, el consiliario nacional P. Ignacio Caamaño C.M., y la Asesora Nacional Sor Casilda, H.C. También en la reunión estuvieron presentes Sor Juana Mª Belzunegui, Visitadora de la Provincia España-Este; y el P. Santiago Azcárate, Visitador de la Provincia de Zaragoza. A la reunión también se unieron varias feligresas de la parroquia para conocer la labor que la AIC desempeña en España.

El encuentro comenzó a la 16:30 p.m. con una oración inicial guiada por Sor Casilda. Después de la oración, Conchita nos explicó cómo funciona la AIC en España, la labor que desarrollan y el número y localidades donde se sitúan hoy las Voluntarias de la Caridad. La presidenta nacional nos habló, además, de la necesidad de seguir animando a personas de nuestro entorno a vivir y experimentar el Carisma Vicenciano desde la fraternidad y el servicio, para seguir buscando siempre el bien de aquellos que más sufren en nuestra sociedad, y con la mirada puesta en Jesucristo.

Se explayó en cómo los grupos de la AIC tienen que ser movimientos donde se trabaje en comunión y formado equipo. Rasgos distintivos de estos grupos han de ser la alegría y el buen ambiente entre todas. Y los retos a abordar son avivar la esperanza, buscar nuevos caminos, abrir puertas y renovar la Asociación.

Tras la intervención de Conchi, tomó la palabra el asesor nacional, P. José Ignacio, que centró su intervención más en el ser que en el hacer. Insistió en que nos hemos de identificar con la llamada que Dios nos ha hecho a cada uno y en que hemos de dar testimonio de nuestra vida con nuestras obras. También la secretaria en su intervención nos hizo un análisis de su grupo y la importancia que tienen las Voluntarias de la Caridad, en su lugar de origen.

Sin duda que la animación que han querido aportarnos desde la Nacional ha enriquecido a las voluntarias de Zaragoza en su trabajo y formación como herederas de un Carisma que se expande por todo el mundo. El buen hacer de todas estas voluntarias demuestra la labor que a lo largo de los siglos la AIC ha ido desarrollando en la Iglesia y en la Familia Vicenciana. Cerramos la tarde tomando unos dulces y un café con leche a la vez que dialogábamos distendidamente.

Aarón Delgado, C.M.