Fiesta de la Virgen del Pilar en Teruel

El día amaneció lluvioso en Teruel y la lluvia racheada no dejó de caer a lo largo de toda la mañana. Pero no fue un obstáculo para que las celebraciones de este día en la parroquia de La Milagrosa de Teruel estuvieran bien concurridas. 

A las 9, a las 13 y a las 20 horas, la participación fue significativa. El órgano y las voces se conjuntaron bien para cantar con fervor a María, “Flor Hermosa, Claro Día, que la tierra aragonesa te dignaste visitar”.

A las 11 de la mañana, el fervor hacia la Virgen del Pilar subió de nivel con la presencia de la agrupación jotera y la ofrenda floral de niños, jóvenes y adultos, ataviados con trajes regionales típicos. El acompañamiento del órgano, rico en matices de la mano del P. Jesús María Muneta, envolvía el clima de devoción popular reinante.

Las melodías y bailes de la Misa aragonesa, interpretada magistralmente por los miembros de la agrupación jotera, consiguieron emocionar a los más de cuatrocientos participantes en la celebración que llenaron los bancos de la Iglesia, los pasillos y el coro y que, en varias ocasiones, se unieron en aplausos de reconocimiento.

En su homilía, el P. Corpus destacó, a partir de la lectura de los Hechos de los Apóstoles, la presencia de María en la comunidad cristiana desde el principio; y animó a vivir como miembros de una misma familia, que tiene a María por Madre, atentos a la Palabra de Dios para hacer realidad en la vida la fraternidad que alcance a toda la humanidad, superando enfrentamientos, polarizaciones y discordias.

Las fotografías ante la Virgen del Pilar, con las flores ofrecidas como manto, se prolongaron a lo largo de todo el día, expresión sin duda de amor y oración a la Madre.

Corpus J. Delgado, C.M.