“Jesucristo, misionero del Padre” – Reflexión al final del Seminario Interno
“JESUCRISTO, MISIONERO DEL PADRE”
VICENTE DE PAÚL, CONTINUADOR DE LA MISIÓN
DE JESUCRISTO ENTRE LOS POBRES

INTRODUCCIÓN
Dios envió a su único Hijo al mundo con objetivos concretos, como los siguientes: salvar lo que estaba perdido, instruir a las gentes, hablarles en parábolas para que pudieran comprender lo que les decía. Cristo Jesús vino a evangelizar a los pobres, como lo menciona san Lucas 4, 18: “El espíritu del Señor está sobre mí. Él me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres”.
En la primera parte de este trabajo, encontrarán sólo algunos hechos que Jesús, el Hijo de Dios pasó haciendo durante su estancia en la tierra. Su misión entre los pobres fue muy exitosa y hasta llegó a ser famoso, querido y amado. Curó a muchos enfermos, resucitó a los muertos, dio de comer a los hambrientos, sanó a los leprosos, denunció las injusticias…
Por otra parte, Jesús fue mal visto por las personas que iban en contra de lo que El hacía. Entonces, se llegó al puto de quererlo matar, y así fue, Cristo fue condenado a muerte y una muerte de Cruz. El, se sacrificó por el mundo, por todos los hombres, mujeres y niños. Es Él nuestra salvación.
En la segunda parte del trabajo he querido resaltar la misión de san Vicente como continuador de la misión del Hijo de Dios entre los pobres. El Sr. Vicente se fijó muy bien en esta misma cita del evangelio de san Lucas 4, 18; en su tiempo, siglo XVII, había muchos pobres y, san Vicente puso su mirada en ellos y se propuso junto a sus misioneros, dar misiones por las tierras de los señores Gondí.
En 1617, hay dos acontecimientos que marcan la vida de san Vicente de una vez para siempre.
El primero es la experiencia con el hombre del pueblecito de Gannes, su confesión, y el sermón que predicó en la Iglesia de Folléville. Se dio cuenta él y la señora de Gondí, que
necesitaban misiones, sus gentes necesitaban ser evangelizadas. El segundo, fue en el mismo año, en un pueblo llamado Châtillon-les-Dombes. Ahí, había familias demasiado pobres, diría pobreza extrema, sin nada para alimentarse. Le avisaron a Vicente, y él invitó a la gente a ayudar a esta gente necesitada. Las personas colaboraron, y de ahí surgieron las Caridades, se organizó la Caridad.
Los pobres son los agentes de la misión vicentina. Los misioneros estamos llamados a evangelizarles y a dejarnos evangelizar por ellos, como lo diría Vicente de Paúl: “No podemos asegurar mejor nuestra felicidad eterna que viviendo y muriendo en el servicio de los pobres” (SV III, 359).
Y como se menciona en nuestras Constituciones, “el fin de la Congregación de la
Misión es seguir a Cristo evangelizador de los pobres” (Const. 1). Este es el fin de los misioneros que pertenecemos a la pequeña Compañía. A ello debemos dedicarnos, a conseguir el fin. Lo que he querido plasmar en este trabajo es la misión de Cristo y de san Vicente como su seguidor y continuador.
Wilmer Barrera, C.M.
TRABAJO FINAL DEL SEMINARIO INTERNO., MISION DE CRISTO Y DE SVICENTE…


San Vicente de Paúl (de ahí el nombre de “misioneros paúles”), a pesar de las comprensibles limitaciones propias del tiempo en el que le tocó vivir (siglo XVII), tuvo un gran aprecio por la comunicación: llegó a escribir más de treinta mil cartas (alguna llegó a su destinatario varios meses después de su muerte). 


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