Novena a La Milagrosa, PAMPLONA ’17
Jesús, María y José,
escuchad, acoged nuestra súplica.
PRESENTACIÓN
La Virgen Milagrosa un año más nos convoca en torno al altar de la Eucaristía y en torno a la mesa de la Palabra. Un año más la comunidad de “La Milagrosa” de los Misioneros Paúles de Pamplona presenta la novena de este año 2017 para ayudarnos a celebrar con fervor y compromiso la Novena en honor a la Virgen Inmaculada de la Medalla Milagrosa.
El año pasado la Novena se centró en la figura y misión de la Virgen María, “Que canta al Dios de los pobres, nuestros amos y señores”, a la luz del canto del Magníficat y de la celebración de los 400 años del carisma vicenciano. Celebración gozosa que continuamos durante este año y que estará presente en nuestra novena 2017. Año Jubilar, que concluiremos en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el próximo 8 de diciembre.
Este año hemos enmarcado la Novena a la Virgen Milagrosa con el lema: “ La Alegría de María en la Familia”. Un tema que ya se trató hace muchos años en una de las novenas y que hoy la retomamos con ilusión y actualidad a la luz de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco: “Amoris Laetitia” (la Alegría del Amor) y desde la llamada, que el mismo Papa hace, para que profundicemos en la importancia que tiene la familia cristiana para la misma Iglesia y para el mundo, por eso él mismo dice de Amoris Laetitia: “la entiendo como una propuesta para las familias cristianas, que las estimule a valorar los dones del matrimonio y de la familia, y a sostener un amor fuerte y lleno de valores como la generosidad, el compromiso, la fidelidad o la paciencia. En segundo lugar, porque procura alentar a todos para que sean signos de misericordia y cercanía allí donde la vida familiar no se realiza perfectamente o no se desarrolla con paz y gozo” (AL 5).
Es un documento extenso que en su elaboración se han necesitados dos sínodos de obispos de todo el mundo. Por lo tanto “La alegría del amor” no es un documento hecho deprisa, sino tras tres años de una amplísima consulta a todo el mundo católico.
Es un texto que viene a ser el legado del Papa Francisco sobre la familia, su testamento, como lo fue la “Familiaris Consortio” para san Juan Pablo II. ¿Por qué el papa Francisco no cambia la doctrina? Lo ha dicho muchas veces: su pontificado es pastoral, y no ha venido a cambiar ninguna doctrina.
“La alegría del amor” no se ha publicado para cambiar ninguna ley, sino para acercarse al hombre de hoy y mostrarle la misericordia de Dios, por grandes que sean sus dificultades en su vida familiar y personal, y por grandes que sean sus penas y pecados, pues el amor y la misericordia de Dios están por encima de la justicia y de la ley. Se pone en relieve la misericordia y el amor de Dios al hombre y trata de resolver los problemas “desde el hombre”, comprendiendo al hombre, acercándolo más a Jesús y a su misericordia, pues Jesús es “el rostro de la misericordia del Padre”.
No pocas familias en el mundo de hoy pasan por penas grandes –a veces muy grandes— y pequeñas, y también no pocas familias viven su fe, su fidelidad al Evangelio, a veces con sacrificios grandes y pequeños. “La alegría del amor” enfoca los temas familiares desde un elenco muy amplio de situaciones en los que se encuentra la familia en el mundo moderno, y los quiere iluminar a la luz de la fe, de la esperanza y del amor de Dios. Y siempre con la misma receta: el amor y la misericordia de Dios.
Y así menciona no solo la belleza del amor en el noviazgo, en los recién casados y en los abuelos, sino también la transmisión de la vida, la ternura o cuando parece que el amor se achica. Pone ejemplos concretos sacados de la realidad de las familias de todo el mundo, para desgranar los desafíos y las soluciones pastorales que se plantean en las familias. Estos son, entre otros, la actitud de servicio, la envidia, la soberbia, la amabilidad, el desprendimiento, la violencia interior y exterior, el perdón, la disculpa, la confianza, la esperanza, la generosidad y la magnanimidad, la drogadicción, la pobreza extrema, la homosexualidad, la educación sexual, las uniones de hecho y un largo etcétera.
El Papa Francisco no deja, no quiere dejar, ningún cabo suelto y aborda los problemas con todo realismo. Por eso el documento es largo, y es de gran interés que sea leído por todos los cristianos.
Gran énfasis ha puesto el Papa Francisco en el perdón, que no solo es el perdón y la misericordia de Dios, sino el perdón y la misericordia que todos los miembros de una familia deben tener los unos para con los otros.
El matrimonio no es un amor que brota, genera emociones, tiene una dimensión erótica y después se apaga, sino que es un camino en el que el amor se engrandece con los años, día tras día, porque quien se acerca al matrimonio es porque ha recibido “una vocación” (AL 72) de Dios, y es en este contexto “vocacional” como hay que iniciar este camino de amor y donde la gracia del sacramento perdura toda la vida.
La clave para entender el amor, señala el Papa en su Exhortación Apostólica, descansa en las palabras de San Pablo a los Corintios (13, 4-7) donde hace un elogio del amor, que “es paciente, es servicial, el amor no tiene envidia, no hace alarde, no es arrogante, no obra con dureza, no busca su propio interés, no se irrita, no lleva cuentas del mal, no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (AL 90).
Creemos que la Virgen Inmaculada de la Medalla Milagrosa, como todas las madres, quiere que vivamos y hagamos familia porque “la familia es el hospital más cercano, cuando uno está enfermo lo cuidan ahí mientras se puede, es la primera escuela de los niños, es el grupo de referencia imprescindible para los jóvenes, es el mejor asilo para los ancianos” (Guayaquil, 6-7-2015).
Añadir, finalmente, que este “cuaderno”, preparado para el uso privado de nuestras comunidades y de las celebraciones promovidas por la Asociación de la Medalla Milagrosa, no es para saber más de María, sino para ayudarnos en la celebración litúrgica y en el seguimiento de Jesucristo a imitación de la Virgen María. Está organizado en nueve días y con el siguiente contenido en cada uno de ellos:
- Lecturas de la Palabra de Dios; tomadas siempre del Leccionario
- Textos de las oraciones y prefacio; tomados siempre del Misal
- Moniciones y oración de los fieles; centradas en la orientación propuesta para cada día.
- Sugerencias para la homilía; de la Palabra proclamada, de la Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia” y del Carisma Vicenciano.
¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA,
RUEGA POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!
Pulsa en la imagen para descargar la novena:
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