Acción de pastoral vocacional (Islas Canarias)

Las Islas Canarias son un verdadero paraíso. No es algo que digan los naturales del lugar por puro amor a su tierra, si no que realmente es así. 

Por allí caminé la primera quincena de mayo en la tarea de la Pastoral Vocacional en colegios, institutos y parroquias de las islas de Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote. Fue una labor conjunta entre los que allí trabajan diariamente y con un servidor que se sintió acogido y unido a la acción pastoral que en cada centro se lleva a cabo. 

En principio llevaba una presentación con videos y fotos desde donde se habría el diálogo con los jóvenes, sin embargo, los profesores me indicaron que los chicos están cansados de tantas presentaciones por el año semipresencial que han vivido y que, por eso mismo, aprovechara la presencialidad para interactuar con ellos desde el diálogo, el buen humor y las diversas cuestiones que se van planteando. Ciertamente, resulto muy enriquecedor en todos los lugares esta iniciativa. 

Sorprendentemente aún existen muchos prejuicios sobre la Iglesia en la sociedad. Esto lo trasmiten los jóvenes, con dudas, preguntas y cuestiones sobre aspectos que ya parecen superados por nosotros desde hace décadas pero que siguen latiendo en la mente de nuestra población española. De esta manera, el exponerse a ser cuestionado para quitar prejuicios y aclarar dudas es algo atrevido pero necesario para que sea posible poner todas las herramientas y procesos al servicio de estos jóvenes y puedan encontrarse con el Dios vivo y verdadero de Jesucristo y lo manifiesten allí donde estén. Desde ese posible encuentro puede nacer el descubrimiento de algo mayor, una vocación de vida en plenitud, también, como Misionero Paúl o Hija de la Caridad.  

Nuestra labor es sembrar con generosidad, proponer un estilo de vida, mostrar el amor de Dios para todos y que se queden con una buena impresión sobre la Iglesia Católica. La recolección será más adelante o para otros misioneros que vengan detrás de los que ahora trabajamos en este campo. 

Seguimos, hasta final de curso, por Cartagena y Albacete, de igual modo, sembrando con esperanza y entusiasmo, siempre con la ayuda del Espíritu Santo. 

Josico Cañavate, C.M.