El Papa Francisco, Vicente de Paúl y Federico Ozanam
El padre Eduardo Mangiarotti, sacerdote argentino, describe al Cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco, como un hombre de acción y alguien que llama la atención.
“Cuando predica es un hombre que hace que se le escuche. Y solo los católicos, es bien conocido en toda la nación [Argentina]. La gente de nuestro país le conoce bien y espera sus opiniones: la forma con la que aborda cuestiones relativas a la justicia social, educación y nuestro propia identidad como nación», ha dicho Mangiarotti.
Vicente de Paul cambió la faz de la Iglesia Católica en Francia:
“Aunque Vicente de Paúl fue director espiritual de sacerdotes diocesanos, un campesino que intimaba con la nobleza, parte de la vanguardia renovadora de la Iglesia, un genio creativo organizando programas de desarrollo social y un prominente predicador, fue, ante todo, una persona que encontró y sirvió a Dios en los anawim, los pobres, los enfermos y los marginados abandonados del campo y la ciudad.
Vicente integró a otras personas en sus proyectos, haciéndoles sus compañeros de trabajo. Muchos sacerdotes y laicos se unieron a él y, más aún, abrió nuevos caminos al invitar a las mujeres a servir a los pobres y a los enfermos de la sociedad. Hoy en día, muchas mujeres y hombres siguen los pasos de Vicente por todo el mundo.
La combinación de Vicente de oración y acción, de llevar los recursos de los ricos a los más vulnerables, de servir a los pobres y ser bendecido por los pobres, ha sido una motivación para decenas de miles de creyentes en los últimos tres siglos. Vicente es un buen compañero para cualquier persona que busca el equilibrio entre la acción y la contemplación«. (de «Orar con San Vicente de Paúl», Thomas McKenna)
Papa Francisco:
«Vivimos en la zona más desigual del mundo, que ha crecido grandemente, y ha reducido mínimamente la miseria«, dijo el cardenal Bergoglio durante una reunión de obispos latinoamericanos en 2007. «La distribución injusta de los bienes continúa creando una situación de pecado social que clama al cielo y limita las posibilidades de una vida más plena para muchos de nuestros hermanos.«
Beato Federico Ozanam, en 1836:
«La pregunta que divide a los hombres en nuestro tiempo no es ya una cuestión de sistemas políticos. Se trata de una cuestión social, es decir, de saber qué prevalecerá: ¿el espíritu del egoísmo o el espíritu del sacrificio? Si la sociedad será simplemente una gran oportunidad de explotación para el beneficio de los más fuertes, o la dedicación de todo el mundo para el beneficio de todos, en especial para la protección de los débiles».
Autor: John Freund, C.M.
Tomado de FamVin English
Traducción: Javier F. Chento
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