Crónica del Campo de Trabajo Martutene 2013

1Un grupo de 13 jóvenes ha participado durante el mes de Julio en el campo de trabajo que organiza todos los años la Capellanía de la Pastoral Penitenciaria en la prisión de San Sebastián, en colaboración con Instituciones Penitenciarias.

En la primera jornada, el Capellán del Centro, P. Luis Miguel Medina y el Delegado Episcopal de la pastoral penitenciaria explicaron a los jóvenes la vocación cristiana que inspira y sustenta el campo de trabajo, así como las normas que debían seguir para acceder a la prisión y para interactuar con los internos.

Con la celebración de la Eucaristía en el Centro Penitenciario, comenzó y terminó la experiencia que han vivido estos 13 jóvenes. Desde la Pastoral Penitenciaria hemos pretendido mostrarles una realidad que es poco conocida, así como el trabajo de tantos voluntarios que desde su humildad, quieren hacer presente el Amor de Dios al hombre, sea cual sea la situación en que este se encuentro.

Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento, a la Dirección del CP y a IIPP por autorizarlo, por la acogida que nos han dispensado; a todos los profesionales/funcionarios que desinteresadamente han participado en la formación de estos jóvenes, por su disponibilidad, por las facilidades y acompañamiento que han tenido con nosotros.

Los participantes en el Campo de Trabajo han querido expresar en unas pocas líneas la experiencia que han vivido y que a continuación publicamos.

«UN DÍA MÁS, UN DÍA MENOS»

El campo de trabajo en la prisión empieza desde casa; cuando ves la reacción de los que te rodean, que no entienden que quieras adentrarte en esta realidad… incomprensión, rechazo, inseguridad, incertidumbre… prejuicios en general que nos alejan de la mirada de los internos.

El día a día del campo comienza con el DNI en la mano, desde que se abre la primera verja. Paso a paso atravesamos puertas hasta llegar al patio, cruzándose miradas curiosas por ambas partes; al instante te das cuenta de la limitación del espacio, un mundo que acaba en un muro alambrado.

Una vez allí, rostros ilusionados por ver caras nuevas, tristes ante la soledad, expectantes ante la novedad y distantes ante el intrusismo. En definitiva, personas y no «delincuentes» ni «números», que nos acogen y nos muestran su realidad, su «casa», sus  trucos para pasar su día a día lo mejor posible. Para nosotros un día más, para ellos, queda un día menos.

Los que más nos llama la atención es su necesidad de ser escuchados. Como nos dijeron José Luis y el capellán, son vasos rebosantes que necesitan vaciarse, y entre ellos, esto no es posible, no es fácil encontrar al compañero confidente con el que puedas desahogarte. Nosotros intentamos amarles como son, sin juzgarles. Nos damos cuenta de que hay una gran diversidad de vida, desde la soledad y tristeza a la esperanza y la vitalidad; unos intimidados por el hecho de estar allí, otros pensando qué hacer cuando salgan, con motivaciones e ilusiones, allí les cambia muchas veces la visión de la vida… buscan comprensión, son generosos, se emocionan…

Muchas historias nos llegan al corazón y es necesario desconectar o aprender a vaciar el vaso nosotros mismos, para volver al día siguiente.

Nos ha ayudado mucho a entender cómo funciona un centro penitenciario, reflexionar con los propios profesionales sobre los diferentes programas, ha sido una gran oportunidad, y nos da una perspectiva completa: respuestas a nuestras preguntas, curiosidades, anécdotas…

Por último agradecer al capellán, Padre Luis Miguel, a José Luis y a toda la Pastoral Penitenciaria por hacernos disfrutar de esta experiencia. Nos encantaría que desde la Pastoral Penitenciaria se mantuviera este campo de trabajo y que IIPP lo siguiera autorizando para seguir acercando a la sociedad esta realidad de los privados de libertad que forman parte de nuestro mundo y que a todos nos toca apostar y confiar en ellos y en su reinserción social. Son nuestros hermanos.

Participantes en el Campo de Trabajo realizado en el CP de San Sebastián. Julio de 2013

(http://elizagipuzkoa.org/es/noticias)

David Carmona, C.M.

David Carmona, Sacerdote Paúl, es canario y actualmente reside en la comunidad vicenciana de Casablanca (Zaragoza).

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1 respuesta

  1. Luis Mari dice:

    ¡Ánimo! Seguid dando pasos en esa línea. Esto es como una carrera de obstáculos. Y no olvidéis: Estuve en la cárcel y vinisteis a verme. ¡Gracias por estimularnos y no permitáis que nos durmamos… Se necesita hoy, dice el Papa, parresía, que es valentía y muchismo más.

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