Iniciando el año 2025 y vamos con todo – Puerto Cortés, Honduras

Doy gracias a Dios nuestro Padre por haber terminado el año 2024 y por este comienzo del 2025.

 Al concluir el Seminario Interno en Guatemala en el año 2024, un tiempo de gracia y mucho aprendizaje sobre el carisma vicentino; después de ello nos regresamos a Honduras para poder visitar a nuestras familias, (Familia de Ever Bonilla y Wilmer Barrera). Pasar tiempo con la familia es muy bueno para ellos y para nosotros, ya que había pasado un buen tiempo si poder verlos cara a cara. Todos nos llenamos de alegría y disfrutamos las vacaciones, trabajando en el campo, platicando y acompañándolos en el día a día. 

Ya se terminaron las vacaciones y el tiempo de estar con la familia; y volvimos a la parroquia Sagrado Corazón de Jesús en Puerto Cortés, para continuar formándonos en la vocación vicentina y empezar los estudios universitarios. El 13 de enero iniciamos las clases en la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), una nueva experiencia en vuestras vidas. 

También tenemos con nosotros al padre Tomás, de la provincia de América Central, Guatemala. El padre Tomás estará colaborando un tiempo con la provincia de Zaragoza, en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Puerto Cortés. 

Extrañamos un montón al padre Javier Irurtia; recuerdo sus bromas, sus enseñanzas, su celo por la misión. Confiando en Dios, que el padre Javier estará mejor de salud en España y que vivirá más años.

Celebramos la fiesta de los 400 años de la fundación de la Congregación de la Misión. Según nos cuenta Vicente de Paúl, él no pensaba en fundar y menos en dar misiones, ni se lo imaginaba: “¿Quién es el que ha fundado la compañía? ¿Quién nos ha dedicado a las misiones, a los ordenandos, etc.? ¿He sido yo? De ningún modo. ¿ha sido el padre Portail? Ni mucho menos; nosotros no pensábamos en ello, ni teníamos ningún plan a este respecto. ¿Quién ha sido entonces el autor de todo esto? Ha sido Dios, su providencia y su pura bondad” (XI,731). Y porque Dios ha fundado esta Compañía, pongamos nuestra confianza en él, así él no se apartará de nosotros. “Nos ha enviado a evangelizar a los pobres” (cf. Lc 4,18). A esto hemos sido llamados, así que vamos a prepararnos cada día más para ser buenos misioneros y llevar la palabra de Dios, servir a Cristo en los más abandonados. 

Wilmer D. Barrera, CM.