Los Reyes Magos de Oriente a Cuyamel
Desde tierras lejanas han venido unos viajeros a visitarnos que nos han hecho muy felices a todos y en especial a los niños. Debe ser la magia de la Navidad, un día muy especial para todos los pequeños.
Yo de las fiestas de los Reyes Magos tengo recuerdos muy entrañables. En Mutriku cada año los Reyes Magos nos traían unos detalles que años después uno los vive como si fueran ayer. Como una bicicleta Orbea azul que hacia las delicias de los tres hermanos en casa. Un regalo compartido como no puede ser de otra manera.
Ya el año pasado estuvieron brillantes sus Majestades Melchor, Gaspar y Baltasar. Aunque hay quien dice que son 4 (Melchor, Gaspar, Baltasar y Altaban). Aunque algunos piensan que la Navidad se ha terminado el día 25 y todavía nos quedan 2 semanas para terminar con las fiestas de la Epifanía y el Bautismo del Señor.
En todo el mundo lo vivirán como un acontecimiento apoteósico. Hoy mi mente va hasta Panpanga donde nuestro querido Padre Wilson Figueroa lo celebró con la comunidad católica. Algo parecido ocurrió en Puerto Cortés con el P. Ángel Echaide el domingo.
Nuestras comunidades, por donde fui pasando hace unos años: Murgia, Barakaldo, Zaragoza, Pamplona, me traen gratos recuerdos.
Llegó el día tan ansiado en Cuyamel, en la parroquia Santiago Apóstol. Días de preparación, confites, trajes, carruajes, cantos de los 3 Reyes Magos.La fiesta comenzaba a las 5 de la tarde en casa de Emérita Mejia (delegada de Cuyamel). Como cada año, pastores, José y María, Ángeles, sequito que acompañaba a sus Majestades junto con sus pajes. Los Reyes hacían su entrada triunfal con el aplauso de los niños y adultos allí congregados.
En la Iglesia, el P. Chema Ibero esperaba a sus Majestades los Reyes para darle acogida Sus Majestades , por su parte, dedicarón palabras de agradecimiento y mensaje. Mientras que los niños escuchaban con atención e ilusión.
De pronto la luz se fue, últimamente la energía con frecuencia. Por surte pudimos conectarnos a una planta de energia para poder terminar la celebración. Cuyamel estaba sin luz, pero la Luz del Niño brillaba en la iglesia.
A continuación sus Majestades como aparece el relato de san Mateo hicieron el ofrecimiento de los cofres: ORO, INCIENSO Y MIRRA. Para terminar compartimos unos dulces con los niños y personas mayores que se encontraban en la iglesia.
Todo salió perfecto, debe ser cosa de la NAVIDAD. Porque sus Majestades hicieron las delicias de los niños, jóvenes y adultos sacándose fotos para el recuerdo.
Con la estela de los Reyes Magos a lo lejos se despedía este acontecimiento tan intenso y hermoso vivido desde la fe, esperanza y el amor.
Gracias Melchor, Gaspar, y Baltasar.
Felix Mariezkurrena, C.M.
















San Vicente de Paúl (de ahí el nombre de “misioneros paúles”), a pesar de las comprensibles limitaciones propias del tiempo en el que le tocó vivir (siglo XVII), tuvo un gran aprecio por la comunicación: llegó a escribir más de treinta mil cartas (alguna llegó a su destinatario varios meses después de su muerte). 


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