Un pedacito de cielo aquí en la tierra

PREPARANDO EL JUBILEO – HONDURAS

Comunidades de: San Pedrito, San Antonio, las Palmas, san Isidro, san Cristóbal. El día 10 de febrero, lunes comenzaba la gira de 3 días (lunes, martes, miércoles) en 4 comunidades de la montaña de nuestra parroquia Santiago Apóstol de Cuyamel. 

El dia lunes fue muy tranquilo. Visitas a algunos enfermos, celebración mariana en la comunidad de san Antonio Las Palmas. Descanso, cena y a dormir. 

Lo bueno venia al dia siguiente. El dia 11 de febrero salía de la comunidad muy de mañana para empezar las confesiones antes de la misa. 

En la comunidad de san Isidro se acercaron al sacramento de la reconciliación 36 personas. Desde los mas jovencitos hasta los mas mayores. Mientras confesaba al lado de la iglesia los del coro ensayaban los cantos de la eucaristía. Terminada la eucaristía almorzaba, descansaba un poco y me preparaba para ir a la otra comunidad, la de san Cristóbal, donde me esperaban para celebrar las confesiones, eucaristía con el sacramento del matrimonio donde Roberto y Silvia.

Estamos en la preparación de la visita a la catedral donde celebraremos en comienzo del jubileo como parroquia el día 23 de marzo. Mas de mil personas apuntadas y con la presencia de los catecúmenos que harán sus escrutinios con el Arzobispo Miguel Lenihan ese mismo día.

En la comunidad de San Cristobal, celebramos la Eucaristia, el sacramento del perdón, y el sacramento del matrimonio. Comenzaba la eucaristía con las notas de la marcha nupcial de Mendelsson. El cortejo, las damas de honor, los niños con los anillos y las arras, las floristas. El coro de san Isidro se encargaba de los cantos de la eucaristía. Las lecturas del día. Después de sacar las correspondientes fotos de rigor me encaminaba hacia la comunidad de san Antonio, que hace de punto de descanso y dormida.

El miércoles día 12 tocó las visitas a las  comunidades:  el Korozal, san Pedrito, Antonio las Palmas. En todas celebramos el sacramento del perdón y la Eucaristía.

Terminando un poco cansado por los madrugones para ir de una comunu¡idad a otra, pero lleno de ilusión y alegróa porque siempre merece la pena el esfuerzo.

Mientras me dirigía hacia Cuyamel un carro pitaba en el camino y como buenos samaritanos me invitaban a subir e ir con ellos hacia Cuyamel. Dadas las gracias a los buenos samaritanos entraba en la casa cural y les invitaba a tomar un cafecito con un pan. 

Felix Mariezkurrena, C.M.