Albacete celebra el 400 aniversario del carisma Vicenciano

La fecha es señalada: no todos los días se celebra el 400 aniversario de algo, por muy importante que sea. Y la Familia Vicenciana de Albacete ha querido estar al loro.
Dialogamos, primero, en primera instancia, entre nostros.. Después, en “petit comité”; finalmente, todo el equipo de representantes de los distintos grupos de la Familia Vicenciana tuvimos una reunión especial para decidir, de común acuerdo, las líneas maestras de la gran celebración.

La celebración, a nivel diocesano, del día del emigrante, precisamente unos días antes, fue la chispa que encendió la llama. ¡Qué casualidad!, ellos tenían una charla con este título evangélico: “Fui forastero, y me acogisteis” Y ese es precisamente nuestro slogan del 400 aniversario del carisma vicenciano. Por otra parte, nuestro obispo. Don Ciriaco Benavente, es el Delegado del Episcopado español para los emigrantes. No podía hablar más claro el Espíritu.

Decidimos pues, sin titubear, .que nuestro obispo nos diese una charla sobre ese tema.. También, que presidiese la gran celebración de la fundación de la congregación, verdadero primer inicio del carisma, el día la conversión de San Pablo. Solo quedaba por decidir el tercer día del triduo. Y pensamos que sería bueno interiorizar todo lo que queríamos celebrar en este 400 aniversario. Para eso, nada mejor que una oración vicenciana especial, para toda la familia vicenciana de Albacete.

Como teníamos claras las ideas no nos fue difícil cambiar las fechas, ya que el obispo tenía comprometida la tarde del 25 con la celebración por la unidad de los cristianos.. Así pues, el 24 Don Ciriaco nos dio una extensa charla sobre el tema de la emigración, partiendo de la proclamación del evangelio: “Fui forastero y me acogisteis”; el 25 tuvimos la oración vicenciana, teniendo como fondo la acogida del emigrante y forastero,  desde el espíritu vicenciano; y el 26, tuvimos la gran celebración de la Fundación de la Congregación, que correspondía al 25, presidida por Don Ciriaco.

Empezó su charla destacando que  la emigración es, hoy, un tema de plena actualidad, aunque siempre, a lo largo de la historia, haya habido emigraciones, con frecuencia masivas. A lo largo de la historia, ha habido pueblos enteros que se han desplazado de una zona geográfica a otra, bien buscando mejorar sus condiciones de vida, bien huyendo de la persecución o de la guerra, bien por razones étnicas que se han ido introduciendo; a veces, también por afanes de dominio o de conquista…

Resaltó las grandes emigraciones de Europa, hacia África y, sobre todo, hacia Estados Unidos y Suramérica, a partir de mitad del siglo XIX..

Pero, enseguida, hizo notar una diferencia muy notable que se ha dado en el fenómeno de la emigración, sobre todo en los últimos tiempos: no hubo problemas mayores cuando la emigración se daba desde Europa hacia otros continentes. El problema nace y se recrudece cuando la emigración se da en sentido inverso. Entonces empezamos a tomar al emigrante como un peligro, como un invasor, incluso como un usurpador.

Puso ejemplos sangrantes que hacían ver por los ojos la crueldad y la discriminación extrema que occidente está haciendo de los emigrantes en estos momentos: El caso real de un barco de chinos emigrantes que se acerca a Canadá, por poner un ejemplo;   uno de los pasajeros enarbola un perrito como bandera. Y los impávidos mirones de tierra adentro se prestan a adoptar al perrito, pero no quieren saber nada de los tripulantes humanos.

Otro ejemplo, el de la carta conmovedora del joven que muere congelado en el fuselaje de un avión, portando una carta de gratitud anticipada a los amigos acogedores de Europa. Esta vez, sí, esa carta publicada por la prensa conmovió a Europa, Pero la conmoción duró no más de una semana.

Cierto, los países tienen derecho a regular la emigración, pero es claramente injusto el rechazo masivo, discriminatorio, del emigrante.

Destacó que la postura correcta debe ser crear esperanza, colaborar a solucionar los problemas económicos y sociales de los países pobres: donde hay pobreza y miseria hay necesariamente violencia. En definitiva, la postura de la iglesia es promover la integración hasta llegar a la comunión fraterna.

La oración vicenciana del 25 fue intimista, dirigida directamente al corazón, con una ambientación de semioscuridad y una música insinuante, que elevaba el corazón y hacía brotar los sentimientos  más escondidos.

En medio de un silencio sonoro que llenaba toda la sala, una reflexión sobre. la teología de San Vicente nos caló hasta el alma y nos invitó a compartir nuestro pan con el hambriento, con el pobre de al lado, con el pobre que  llevo dentro. Decía así ese texto introductorio, invitándonos a compartir lo más nuestro con los otros:

“El reconocimiento y la confesión de Vicente de su propia pobreza le llevaron a purificar su propio corazón. ¡el corazón que latía tan fuerte por las personas marginadas de la sociedad! El enfoque que tenía Vicente de la persona no era el de una teología “desde arriba”, sino, más bien,  una visión de la persona a partir de su propia pobreza, el enfoque de una teología “desde abajo”. Acoger al forastero que está en nosotros, que existe en cada uno de nosotros, abrazar a este forastero, aceptarle, y, después, ponerlo todo en manos de Jesús para curar nuestras heridas, darnos completamente a Él y confiarnos enteramente a su Providencia: este era el camino de Vicente. ¡Que sea el mismo para cada uno de nosotros!

Y el pan enorme, que presidía desde el centro de la sala, comenzó a repartirse y compartirse: el pan  de la emoción, el pan: de la palabra amable, el pan del perdón, el pan de la acogida, el pan de la disponibilidad.. Cada uno de nosotros era el forastero que necesitaba ser acogido. Cada uno de nosotros era el enviado a acoger al otro, al que está a nuestro lado, al que nos tiende la mano con su mirada humilde, al que llama a nuestra puerta con su rostro cubierto…

¡Fueron reflejos  intensos de luz y de emoción los que inundaron la sala a media luz, con el anagrama del 400 aniversario del carisma vicenciano, proyectado en la blanca pantalla de  nuestro interior!

Y después de la misa solemne del 26, presidida por Don Ciriaco, enjoyada con el canto de blancas voces de la juventud de la Familia Vicenciana de Albacete, el ágape fraterrno.en los salones de la parroquia..

Buen comienzo y buen final del triduo.. Y que la fiesta del comienzo del Carisma Vicenciano en Albacete continúe hasta el final del camino.

P. Félix Villafranca

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