Colegio SVP de Barakaldo: Javierada 2016
Peregrinos de la misericordia
Javierada 2016. 4-6 marzo
La tarde lluviosa del viernes 4 de marzo partíamos hacia Pamplona unas treinta personas procedentes del Colegio san Vicente de Paúl con el propósito de vivir, un año más, la maravillosa aventura de la peregrinación hacia Javier.
Pamplona nos acogía como Barakaldo nos había despedido, con un manto de agua, por lo que, se requería una buena sopa caliente que rescaldara el cuerpo y preparase el corazón para el siguiente día.
Unos tenaces madrugadores estaban listos para partir hacia el inicio del camino: el pueblo de Urroz-Villa. Serían pasadas las 8:30 de la mañana cuando, después de poner en manos del Señor nuestra aventura, comenzamos a dar los primeros pasos con la ilusión de sabernos capaces de llegar a la bonita explanada del Castillo de Javier.
Aunque el día comenzó amenazando lluvia, el tiempo respetó nuestras pisadas, y sólo en algunos tramos dejó caer, tímidamente, unas insignificantes gotas que nos daban aliento para seguir hacia nuestro destino.
La parada técnica en Grez fue agradecida y necesaria ya que durante unos 2 o 3 Km. vivimos una travesía de barrizal deslizante donde pudimos descubrir nuestras habilidades como patinadores aficionados o sentirnos como Moisés entre las aguas.
Después de tomar un buen bocata de chorizo con queso bajo un techo protector, previamente localizado por nuestro proveedor, y antes de que se enfriarse el cuerpo, continuamos unas dos horas hasta el bello paraje de la Foz de Lumbier.
Macarrones con tomate, hamburguesa de vacuno y varios lácteos fue el menú del día. En ese momento el sol empezaba a despertarse y quiso acompañarnos durante el resto de la travesía. Huelga decir que la zona comprendida entre Lumbier y Liédena es idónea para recrearse y contemplar la belleza de la naturaleza: el río, las rocas, las aves rapaces fueron motivo de selfies y fotos de portada.
Poco a poco y con amena conversación llegamos a Javier todavía con el clarear del atardecer. Con una breve visita a la Basílica como culmen del camino, llegamos al cálido albergue de las Misioneras de Cristo Jesús donde la reconfortante ducha y la sopa caliente nos hicieron descansar “a pierna suelta” esa noche.
El domingo por la mañana celebramos, junto a todo el resto de peregrinos, la eucaristía presidida por Mons. Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona, que nos animó a volver al Padre de Misericordia y transmitir a la sociedad ese amor de Dios, imitando los pasos del patrón de la Región Foral.
Con tiempo para visitar el lugar y sacar las últimas fotos, volvimos a Barakaldo satisfechos de haber comprendido el sentido de la acogida y la paciencia del Padre Bueno de la parábola.
Sin duda, fue tiempo de compartir, de oración y de mucho frío aunque llegamos sanos y salvos al destino después de caminar cerca de 40 Km. Próxima parada: Camino de Santiago, si Dios lo quiere y el tiempo lo permite.
José Luis Cañavate, C.M.
¡Qué bellos recuerdos!
Javier siempre tan cercano en mi tierra, mi corazón y mi vocación.
Un abrazo