Ejercicios espirituales de los Padres Vicentinos en Honduras

La semana del 6 al 11 de mayo tuvimos la oportunidad de participar en los ejercicios espirituales organizados por la Congregación de la Misión en Honduras. En total diez misioneros participamos en estos ejercicios, que se han tenido lugar en la casa de las hermanas Nazarias, en Siguatepeque, a medio camino entre San Pedro Sula y Tegucigalpa.

La comunión en la diversidad fue algo hermoso y enriquecedor, ya que los diez misioneros proveníamos de cuatro provincias distintas (San Vicente, Zaragoza, Eslovaquia y Colombia). Nos unió el carisma, el amor a la misión y a Jesucristo, primer misionero y nuestro compañero de camino. De nuestra provincia asistimos el padre Wilmer Ramírez, Mikel Sagastagoitia e Iván Juarros.

El padre Enrique Alagarda fue el encargado de motivarnos cada día y de animarnos a la meditación y a la oración, con las charlas de la mañana y de la tarde. Comenzamos el lunes con una reflexión del papa Francisco sobre la vocación del sacerdote, y cómo vivirla en las distintas etapas de la vida. A partir del martes, nuestra atención se centró en reflexionar y profundizar los grandes misterios de nuestra fe contenidos en el credo: Dios Padre nuestro, la Encarnación de Jesucristo, su muerte y resurrección, el Espíritu Santo y la vida eterna. Finalmente, el viernes, terminamos con una reflexión sobre Gaudete et exsultate, poniendo en relación algunos aspectos de este documento con nuestra vocación de misioneros vicentinos.

La tranquilidad del lugar, el buen tiempo (más fresco y agradable que en la costa), la buena comida, la mejor convivencia y la excelente atención de las hermanas Nazarias hicieron que pudiéramos dedicarnos plenamente a la meditación y a la oración, recuperando fuerzas y renovando nuestro compromiso para poder volver al ministerio pastoral con más alegría e ilusión.

Agradecemos a los cohermanos que prepararon estos ejercicios la oportunidad de vivir estos días de retiro.

Iván Juarros, C.M.