Encuentro de Visitadores en Manila (II)

El encuentro de Visitadores tuvo un momento fuerte en la visita a Manila del domingo, día 30. Nos acercamos al proyecto de casas para “sin techo” de la Provincia filipina y quedamos impresionados por las barriadas y barriadas de gente sin hogar, amontonada en inhumanas chabolas y necesitadas de todo. Los misioneros filipinos no son impasibles a esta situación y están empeñados en un proyecto de construcción de casas para las familias con niños de especial necesidad o personas con serias incapacidades. La Eucaristía la celebramos en la parroquia que atienden en una de esas barriadas y fue emotiva y festiva.

Con la vuelta al trabajo a partir de la mañana del lunes, regresamos también a los temas y ponentes programados. Se presentó así el “Proyecto de solidaridad” pensado para toda la Congregación (P. Miles) el trabajo de la Vincentian Solidarity Office (P. Semeniuk) “La vocación del hermano en la Congregación” (Hno. Paco Berbegal) “La familia vicenciana” (videos desde Filadelfia) “El cambio sistémico” (P. Giuseppe Turatti) “Emigración y nuevas formas de pobreza” (P. Daniel Pilario) “Proyecto Asociación de diáconos (P. Christian Mauvais) el Informe económico sobre la Congregación (P. Paul Parackal, ecónomo general) la “Guía práctica del Visitador” (P. Javier Álvarez)

Dada la presencia de todos los Visitadores, se dedicó el jueves, día 4, a las Asambleas de las Conferencias de Visitadores. La CEVIM (Conferencia de Europa y Medio Oriente) tuvo una jornada de trabajo muy intensa. A los temas previstos en la Agenda, se había añadido una carta del P. General pidiéndonos una reflexión sobre nuestra realidad decreciente. Hubo un primer acercamiento al tema y se acordó que el Consejo Permanente, apoyado por los Visitadores de Irlanda y Zaragoza, preparara el estudio de este tema en profundidad para la próxima Asamblea de CEVIM en Abril de 2020 en Cracovia (Polonia)

El viernes, día último de trabajo, se enfocó la tarea en la preparación de la próxima Asamblea General de 2022. Después de una reflexión del P. Jerome Arenas (S.V.D.) sobre las Asambleas Generales como momentos privilegiados para una Congregación, nos repartimos por grupos lingüísticos para aportar concreciones sobre el lugar y el tema de la Asamblea, la Metodología a seguir y la conveniencia o no de un Documento final. Terminamos el trabajo por la tarde con la evaluación del Encuentro dirigida por el Consejo General.

A todo esto, el miércoles, día 3, lo comenzamos con una Eucaristía distinta y esperanzadora. Asistimos y aplaudimos la entrada en el Seminario Interno de nueve seminaristas (Filipinas, Vietnam, Indonesia y Salomon Islands) y alentamos a los cinco jóvenes que hicieron los propósitos al término de su Seminario Interno. Fue una celebración diferente y cargada de futuro para la Congregación en esta parte del mundo.

El fin de semana lo aprovechamos bien para conocer Manila intramuros y la Universidad de Adamson. Fue emocionante comprobar la huella española en este lugar tan distante geográficamente, pero tan entrañable. El fuerte de Santiago, la catedral, la iglesia de San Agustín, las casonas y otras iglesias nos recordaban otros tiempos y otras personas a las que tan ligados estuvieron los misioneros españoles. A este propósito, recuerdan muy bien los paúles filipinos a tantos compañeros nuestros, presentes aún en nuestra Provincia, y que tanto y tan bien trabajaron en este archipiélago.

La visita a la Universidad de Adamson resultó impresionante. Nos acogieron ofreciéndonos una sabrosa comida. Tuvimos después un encuentro con la Familia Vicenciana y una Eucaristía presidida por el P. General. Y acabamos el día con una cena muy bien amenizada por diversos grupos. En el aperitivo era una orquesta con buenos solistas la que amenizaba el momento. La cena era acompañada por un coro muy armonioso. Y en la sobremesa nos sorprendieron con un grupo de danzas que hizo las delicias de toda la concurrencia. Realmente, estuvo todo muy bien organizado. Como se suele decir, la Provincia de Filipinas lo ¨ha bordado¨. Difícil va a ser en adelante superar este evento.

El domingo fue ya más reposado. Visitamos el santuario de San Vicente de Paúl, donde celebramos la Eucaristía de clausura, esta vez en filipino. La cena posterior, como siempre surtida y alegre, cerró la jornada.

Cansados, pero muy contentos, regresamos ya a nuestras comunidades. Ha sido una experiencia formidable de conocimiento y comunión en la Congregación. La convivencia de misioneros tan diversos y diferentes, las conversaciones entre nosotros, el ambiente distendido y fraterno, el trabajo serio y constante han hecho que mereciera la pena el esfuerzo de este Encuentro. Hay que agradecer, además, a la Provincia de Filipinas su acogida y la cantidad de detalles que ha tenido con los asistentes. También la Comisión preparatoria cumplió perfectamente con su tarea. Nos queda por delante aprovechar este impulso para fortalecer el sentido de nuestra pertenencia y seguir profundizando en la colaboración misionera

S. Azcárate Gorri, C.M.

 

David Carmona, C.M.

David Carmona, Sacerdote Paúl, es canario y actualmente reside en la comunidad vicenciana de Casablanca (Zaragoza).

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