La Familia Vicenciana de España Este celebra y convive en Castellnovo
Los días 30-31 de marzo tuvo lugar en Castellnovo (Castellón, España) el encuentro anual de la Familia Vicenciana de España, zona Este. Dos autobuses organizados, uno desde Pamplona y otro desde Valencia, recogieron a los respectivos asistentes de la zona norte y de la zona de Levante. Y entre todos, incluyendo los que vinieron por sus propios medios, llenaron la casa: 90 habitaciones en total. No quedó ni una libre, llenazo total: vaya éxito.
La casa ha mejorado notablemente en los últimos años, según el testimonio de los más asiduos visitantes. La mayoría de las habitaciones son individuales; las salas comunes: capilla, comedor, salón de reuniones son amplios y confortables. El salón de reuniones dispone de todos los medios técnicos deseables: pantalla gigante con pantallas más pequeñas distribuidas estratégicamente, a derecha e izquierda de la sala; buena audición, sillones confortables movibles: casi perfecto del todo.
Pero lo más destacable fue, sin duda, el ambiente de cercanía, de alegría, de interés y de fiesta que se palpó desde el primer momento: se sentía uno en casa, como en familia bien avenida, que camina en la misma dirección, en busca de un ideal compartido. Así da gusto.
Estaban convocadas a la reunión todas las ramas de la Familia Vicenciana de Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra y Aragón. Acudieron de todas la Provincias, pero no de todas en la misma proporción. Lo mismo ocurrió con las ramas de la Familia: Valencia y Navarra se distinguieron en asistencia por provincias; la AMM fue la campeona por asistencia de miembros de la Familia; también la AIC contó con una buena representación, y por supuesto las Hijas de la Caridad. Lamentamos la escasa participación de las otras ramas, y más aún la nula asistencia de alguna de las ramas. Todos tenemos que hacer algo para dar vida y aire nuevo al conjunto de la Familia.
Un humilde servidor fue el invitado a dirigir las charlas de reflexión. Pero la Providencia hizo que Francisco Javier Fernández Chento, coordinador de comunicaciones de la Familia Vicenciana a nivel Internacional, se cruzara en el camino y aportase juventud, visión nueva y experiencia de contactos recientes con distintas ramas de la Familia, tanto a nivel nacional como internacional. Sin él, la convivencia no hubiera sido lo mismo. Agradecemos sobre todo el hálito de esperanza que nos insufló al informarnos de que no todo en la Familia huele a caduco y decadente, ni en números, ni en edad, ni en entusiasmo. Si bien la edad y los números descendentes en las viejas cristiandades dan motivos de preocupación, la Familia Vicenciana global sigue pujante y floreciente en el mundo: India, Vietnam, Filipinas, muchos países de Asia, África y América se presentan como una nueva primavera de vicencianismo.
También es motivo de esperanza el constatar que el espíritu vicenciano sigue vivo, no solo en el ámbito de las ramas oficiales conocidas, sino en cientos de instituciones repartidas por todo el mundo, incluso en instituciones no católicas. Para muchos de los concurrentes fue como una revelación el saber que hay en el mundo aproximadamente 150 que se glorían de beber en las fuentes del carisma vicenciano. Más concretamente, en España, hay cuatro instituciones que comparten nuestro carisma. Son las siguientes:
- Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul de Mallorca. Fundadas en 1798. Están presentes en España, Portugal, Honduras y Burundi.
- Hermanas Hospitalarias de la Santa Cruz.
- Hermanas de la Sagrada la Familia de Urgel.
- Misioneras de María Inmaculada, Siervas de las obreras. Fundadas a mediados del siglo XX, presentes en España y Honduras.
Otra característica del encuentro fue que todo fue compartido y dialogado. Mayores en edad, pero jóvenes en experiencias de servicio y en inquietudes, ávidos de conocimientos vivos, los participantes no tuvieron la ocasión de dormitar ni de decaer en la atención con charlas tediosas interminables: todos tuvieron la ocasión de aclarar sus dudas y sus cuitas; en cualquier momento podían levantar la mano y hacer preguntas y, cuando no lo hacían ellos mismos, eran los ponentes los que les ponían en vilo con preguntas insidiosas o comprometedoras.
Estos fueron los tres temas de reflexión que, de acuerdo con la responsable del encuentro, Sor María Antonia Robres, se expusieron a la atenta concurrencia, previa entrega de amplios resúmenes, con el fin de que pudieran escuchar más atentamente y recordar los contenidos esenciales, a su vuelta a las tareas cotidianas:
El primer y el tercer tema están ampliamente desarrollados en mi blog. El primero con el mismo título; el tercero con el título “Reflexiones abiertas en el año de la colaboración Vicenciana”. Este último tema tiene hasta siete apartados en mi blog. Tanto a los que asistieron al encuentro como a los que no tuvieron la suerte de asistir, les recomiendo vivamente echar un vistazo atento a estos temas. Recomiendo asimismo leer el artículo de nuestro Provincial, P. Santiago Azcarate en el último número de Anales. Hay ideas muy interesantes respecto al devenir de la Familia. Hay que ponerse al día permanentemente.
En cuanto al segundo tema, Retos de hoy, es fácil vislumbrarlos, con un poco de imaginación. Podemos dividirlos en cuatro apartados:
- Retos de nuestra sociedad en general.
- Retos de familia.
- Retos de la Iglesia.
- Retos de la Familia Vicenciana.
Aparte de explicitar algunos de estos retos, se invitó a los asistentes a ser conscientes de estas corrientes y de otras que nos producen la sensación de vivir en otra galaxia distinta de la que conocimos en nuestros tiempos de juventud.
La aportación de los distintos grupos, de procedencias geográficas diferentes, fue muy enriquecedora. Levanta los ánimos saber que en un mundo “marchoso y pasota”, ajeno a tantos problemas que amenazan ruina global, todavía hay hermanos nuestros que sacrifican su tiempo, su dinero y su entusiasmo a atender y servir con cariño a los desahuciados de nuestra sociedad. El espíritu de Vicente y Luisa sigue muy vivo en ellos, hasta rayar en el heroísmo.
Sor Sabina de Vera, representante de Covide-Amve, nos dio una información detallada de esta Ong Vicenciana y nos estimuló a tomar conciencia de la importancia de sentirnos todos solidarios y colaboradores asiduos de la misma, más allá de los intereses particulares de personas y de Provincias.
Solo eché en falta una relación más efectiva entre las distintas Ramas de la Familia, en las distintas demarcaciones territoriales. Dio la impresión de que cada rama, en cada demarcación, marcha por su cuenta, sin sentirse solidaria y colaboradora de las otras ramas, sin apenas reunirse unos y otros a lo largo del año. Alguien aclaró, no obstante, que sí que existe esta relación, aunque es muy mejorable. También lamentamos que solo hubiera tres hombres en el encuentro.
Para dejar claras las cosas insistimos en las características que marcan una buena relación, en una familia bien avenida. Son las siguientes:
- Tener una idea clara de nuestra identidad vicenciana.
- Celebrar juntos esta identidad.
- Construir juntos esta identidad, mediante la cooperación en proyectos de servicio y atención al pobre, en el marco en el que estemos ubicados.
La eucaristía final y los abrazos de despedida fueron la mejor rúbrica de un encuentro fraterno que nos llenó de alegría y nos dejó con ganas de seguir caminando y de repetir la experiencia.
P. Félix Villafranca, CM
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