Fallece el P. Máximo Agustín, C.M.
Hoy sábado, 2 de Junio de 2012, a las 18:30 horas de la tarde, partió hacia el Padre bueno nuestro querido P. Máximo Agustín, sacerdote paúl de la comunidad de Barakaldo (Vizcaya, España).
Después de una larga enfermedad que llevó con entereza y auténtica esperanza cristiana, y habiendo estado trabajando en sus traducciones y clases de ajedrez para los niños del colegio hasta prácticamente el último estadio de su enfermedad, el P. Agustín fue trasladado a Pamplona para paliar los últimos momentos de su dolorosa enfermedad.
Muy querido por todos nosotros, echaremos de menos su ejemplo y dedicación, su trabajo constante incluso a su ya muy avanzada edad. Formador y estudioso de san Vicente, nunca le agradeceremos lo bastante la multitud de traducciones que, del francés y el inglés, hizo para el provecho de toda la Familia Vicenciana.
Descanse en paz, P. Agustín; la Santísima Trinidad, que mañana celebramos, le acoge en su seno amoroso, con nuestra oración y agradecimiento.
La misa de cuerpo presente tendrá lugar el lunes 4 a las 11:30 de la mañana en la iglesia de La Milagrosa de Pamplona. En Barakaldo nos reuniremos alrededor de la mesa eucarística, en oración por el alma del P. Agustín, el martes día 5 a las 18:30 horas, en la capilla del Colegio San Vicente de Paúl.
Antes de las siete ya me había llamado el P. Visitador para comunicarme el fallecimiento del P. Agustín. No maldigo la distancis porque no es sólo la distancia. No podré estar físicamnete ni en Pamplona ni en Barcaldo, pero estaré tanto en Pampona como en Barcaldo.
Nunca olvidaré aquellos momentos difíciles en los que más amparo necesitaba. Y entonces, aunque parecías distante, allí estabais los tres. Y os pregunté. ¿A qué habéis venido? Y tú contestaste: A que no estés solo.
¡Cómo me gustaría acompañarle ahora, aunque sé que no vas a estar solo! Los antiguos y los nuevos, los niñitos y los mayores… todos diciendo adiós a uno de los grandes profesores del colegio.
Toda tu vida puesta al servicio de la educación, ¡y con qué dureza tan cercana!
Sé que tendrás muchos aplausos ahora, de los que huías siempre. Yo me sumo a todo lo que de bueno digan de ti, sabiendo que nos quedaremos cortos.
Gracias, porque has sido modelo de trabajo para todos y porque has sido maestro de maestros.
Desde la casa del Padre, allí estás, porque eras bueno, ruega por nosotros. Paulino
Acabo de ver la noticia y me he llevado un buen palo. Fue todo un maestro de cómo debe ser un cristiano, un sacerdote, un misionero. Siempre pendiente de los demás desde su discreto segundo plano y siempre dispuesto a ayudar y aconsejar. El Señor acaba de llamar a un santo.
Mis oraciones desde Murcia.