Pamplona, con las víctimas de Ecuador
FUERZA ECUADOR
Este lema y grito (Fuerza Ecuador) quiso resumir la experiencia de dolor y esperanza que el pueblo ecuatoriano en Navarra quería compartir con otros inmigrantes y muchos navarros. El 23 de abril, sábado, fue elegido para tener una jornada de sensibilización, de solidaridad, de comunión entre pueblos, especialmente “tocados” por la desgracia del terremoto en Ecuador la semana pasada. Para ello se unieron las distintas Asociaciones de Ecuatorianos en navarra, otras Asociaciones de Inmigrantes de otros países y con ellos la Delegación Diocesana de Migraciones de Pamplona-Tudela.
La jornada tuvo tres acciones, o tres momentos, importantes:
- Radiomaratón: tres emisoras de radio, gestionadas por colectivos de inmigrantes, se unieron en un solo dial para realizar un “radiomaratón”, donde fueron expresando, a lo largo del día, diversas experiencias, tanto de quienes han sufrido “in situ” la desgracia, como de quienes desde aquí sentían en su piel y en su corazón el mismo sufrimiento, y la misma esperanza, a miles de kilómetros. También fueron recaudando donativos y motivando a hacer las donaciones en distintas cuentas bancarias. Porque de eso trata el maratón: de abrir los corazones y los bolsillos a la solidaridad y al compartir, desde el pequeño donativo de un niño al generoso de una empresa o colectivo. El set radiofónico se montó en el Servicio Pastoral con Inmigrantes “Manos Abiertas”, es decir, en el salón San Vicente de Paúl de la Comunidad de los Padres Paúles de Pamplona.
La Asociación APROE-NA, junto con otras Asociaciones de ecuatorianos en Navarra, eligieron esta casa, como un gesto de “vuelta a los orígenes”, ya que aquí comenzaron hace ya dieciséis años, su andadura por esta tierra navarra. Por eso mismo también la Eucaristía por los fallecidos en el terremoto quisieron celebrarla en la iglesia de La Milagrosa.
El telemaratón comenzaba a las 10:00 de la mañana y cerraba sus micrófonos a las 5:00 de la tarde, para trasladar esos micrófonos a la Plaza del Castillo, corazón de Pamplona y, para algunos, también de Navarra.
- Concentración solidaria: en esa plaza, a las 6:00 de la tarde tuvo lugar una concentración (no manifestación, remarcaban) para recordar a los fallecidos, heridos y desaparecidos, además de a todos los damnificados; para guardar un momento de silencio por ellos, sentir experiencias en vivo, mostrar la solidaridad y la generosidad con un pueblo que sufre. Participaron diversos colectivos de inmigrantes, principalmente ecuatorianos (en navarra hay unos 15.600), gentes de otros países y gentes de esta tierra. Curiosamente la fe y la religiosidad de un pueblo que quiere agarrar fuerza en Dios, estaba “presidida”, engalanada y de luto, po la Virgen del Cisne, Patrona de Ecuador. Y espontáneamente, esa fe y esa religiosidad, se convirtió en “procesión”, sin permisos oficiales, hasta el lugar de la celebración de la Eucaristía por los fallecidos en el terremoto y por los que quedan y para reconstruir un país, con el grito que les anima desde aquí. Ese lugar fue la iglesia de La Milagrosa de Pamplona.
- Eucaristía por Ecuador: la cita para la celebración de la Eucaristía era para las 7:30 de la tarde, pero ya a las 6,30 empezaba a llegar la gente, que se unía al rosario de las 7,00, incluida la Virgen del Cisne, que esperó a la puerta arropada por muchos fieles, hasta que hiciera su entrada en procesión para la Eucaristía con D. José María Aicua, Delegado Diocesano de Migraciones, que presidía la celebración, con Misioneros Paúles y el diácono y acólito ecuatorianos. La iglesia estaba a rebosar. Hubo que abrir los tres coros, ocupar las gradas del presbiterio, especialmente por los niños y quienes llevan los símbolos del pueblo ecuatoriano. Las autoridades civiles que asistieron no encontraron sitio reservado, porque ya no había sitio. La armonización de los cantos la hicieron, al alimón, el organista de la iglesia y la Ronda Andina “RIMAPUI”, que lograron emocionar a los fieles y hacerles participar en los cantos animadamente. El grito de “Fuerza Ecuador” se hizo oración, comida de hermanos, Palabra encarnada y proclamada, invitando a amar como Jesucristo nos amó. Se hizo acción de gracias, manos unidas en el padrenuestro y en gesto de paz, de unión en el dolor y en la esperanza y confianza de que con Dios y siendo todos hermanos se logrará reconstruir lo destruido, incluso las muertes ya resucitadas por el amor de Dios. La solidaridad no quedó solo en palabras: la colecta, que iba destinada a ayudar a los damnificados, fue de 2.829,20 €.
Después de la Eucaristía la Ronda Andina interpretó tres canciones, más el bis exigido por los oyentes, con los sones de su país, sones andinos, que expresaban lo que todos están sintiendo en estos momentos.
Y así terminaba una jornada llena de emociones, de tareas, de vida y fe compartidas. Un día en que nuestra “casa común” fue Ecuador, a quien le decimos: “FUERZA ECUADOR”.
Pablo Domínguez, C.M.
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