Por decir algo; para decir algo.
Veo (y leo) con profunda satisfacción la nueva página web que han puesto en marcha las Provincias de Barcelona, Madrid y Salamanca. Mil felicitaciones por el diseño al que tendremos que acostumbrarnos. Se ve la profesionalidad de sus realizadores. No me gusta, por qué no decirlo, la entrada “Bienvenidos a la nueva web de la Congregación de la Misión” por destilar (es mi opinión) un cierto aire “imperialista” tomando la parte (tres Provincias) por el todo (la Congregación). Cuestión no meramente formal.
Me detengo en uno de los botones de la barra principal, es el denominado “Reconfiguración” (remarcado sobre todos los demás de forma bien gráfica). No juzgo de “intenciones” sino de su contenido. La simple relevancia que se le da es signo de la importancia que tiene o se pretende dar a este hecho. Coincido con lo que se dice respecto a su significado (vide RAE). La interpretación (acertada o no) la da el mismo Superior General: “entendiendo esta reconfiguración como una verdadera unión de Provincias”. Hasta aquí nada nuevo.
Es evidente que cada uno puede escribir (dentro del respeto a los valores constitucionales y derechos humanos) lo que le venga en gana. Sin embargo, la Historia también merece un respeto y, a mi modo de ver, en esta “presentación” no se dice la Verdad. Cierta es la carta del Superior General del 17 de junio de 2009. Ciertos son los pasos siguientes pero no la secuenciación de los mismos por cuanto el primer movimiento se produce, desde Roma, en la carta del 12 de diciembre de 2011 donde se pide no a las “tres Asambleas” sino a las “cuatro Asambleas” un pronunciamiento a favor o en contra sobre su propuesta de la reconfiguración en orden a la unión real de las Provincias.
Para llevar esta “petición” a cabo se solicitó a cada misionero su opinión cuyos resultados fueron (en lo que conozco y se publicó) sabidos en las correspondientes Asambleas Provinciales tenidas a finales de junio de 2012. No es correcto afirmar que las “Asambleas Provinciales de 2012, en España, se plantearon el reto de la reconfiguración. Las provincias de Barcelona, Madrid y Salamanca decidieron tener sus Asambleas Provinciales en un mismo lugar, Salamanca, para poder trabajar este reto de manera personal y conjunta”. No es correcto, a mi entender, porque no fueron Las “Provincias” quienes decidieron juntarse en Salamanca sino que así lo decidieron los “Consejos Provinciales”. De esta cuestión se desmarcó el de Zaragoza que decidió tenerla en su lugar habitual y bajo la fórmula habitual. Y no es correcto porque la cuestión también fue profunda y serenamente debatida por la Provincia de Zaragoza.
Fue en estas “Asambleas” donde, conocidos y estudiados los resultados de la consulta y cuantas consideraciones les vinieron en gana a los diputados, se tomaron las decisiones definitivas: Barcelona, Madrid y Salamanca respondieron AFIRMATIVAMENTE a la propuesta del Superior General referente a la “unión territorial” y Zaragoza NEGATIVAMENTE. Los pasos seguidos desde entonces en esta dirección pueden leerse en los clónicos Boletines Provinciales de las Provincias “Unionistas”. A partir de ahora lo tendremos en la nueva WEB pulsando el muy remarcado botoncito de la derecha.
No sé si acierto, y corríjame alguien si estoy equivocado, pero se me ocurre que siempre son las consideraciones económicas las que dan impulso fundamentalmente a las reconfiguraciones. ¿Acaso no se ha de dar la prioridad a otras consideraciones?
Coincido en gran parte con tu afirmación entendiendo por «economía» no sólo el capital sino el personal, las infraestructuras, etc… A tu inerrogante respondo: sin duda. En estos tiempos ser o no ser «provincia» no es lo fundamental sino ser o no ser para los «proyectos»…