Reunión de CLAPVI-Norte sobre el Seminario Interno
Todos los años por estas fechas se reúnen en Guatemala los visitadores, superiores regionales o responsables de formación de las distintas provincias, viceprovincias, regiones y misiones que conforman CLAPVI-NORTE, para hacer evaluación del caminar del Seminario Interno. Este año la reunión se pudo ser presencial, pero nos encontramos a través de zoom. Nuestra misión estaba especialmente interesada en este encuentro ya que, en este año 2020, contamos con un joven de Cuyamel en el Seminario Interno.
La reunión, que comenzó a las 8 de la mañana y se alargó por la mañana y por la tarde, con sendas pausas para el café y el almuerzo, estuvo moderada y animada por los padres Rafael Presidente (visitador de América Central) y Emmet Nolan, de la provincia de Filadelfia, director del Seminario Interno.
Tras la oración inicial y un breve intercambio de impresiones sobre la realidad actual y la situación que viven las provincias, iniciamos con la evaluación del Seminario Interno. Primero fueron los propios muchachos, que uno por uno evaluaron las distintas dimensiones de su formación: dimensión humana, dimensión vicentina, dimensión espiritual, dimensión comunitaria, dimensión apostólica y dimensión académica. Seguidamente, el director, ya sin la presencia de los seis seminaristas, hizo su propia valoración de esta primera mitad del año.
Tanto en un caso como en otro, las impresiones son muy buenas. El grupo es bueno, y eso ayuda. Hay un buen ambiente y mucha motivación por conocer y vivir el carisma. Son seis los seminaristas, tres de la provincia de México, dos de la región de Panamá y uno de nuestra misión de Honduras, José Pedro. En estos primeros seis meses han estudiado con detenimiento la biografía de San Vicente, tomando como texto base el libro del padre Román, las virtudes vicentinas, siguiendo el libro del padre Motto, e realizaron un taller sobre el carisma con el padre Juan Patricio. También han trabajado la formación humana, con un taller dado por el padre Ismar, la elaboración del proyecto personal de vida, y las entrevistas con el padre director.
La situación de pandemia y el confinamiento que viven desde marzo ha obligado a modificar varios aspectos del programa inicial. Lo que más se ha visto afectada es la pastoral; no pudieron realizarla misión prevista en Semana Santa ni han participado en su pastoral semanal. Asimismo, han tenido que desarrollar la creatividad para buscar nuevas formas de vivir la fraternidad y la comunidad en este tiempo. Han aumentado las horas de deporte, lo que les ha ayudado a lidiar con el estrés y la ansiedad de estar encerrados.
Nuestro seminarista, José Pedro López Gabarretes, C.M., se muestra muy contento y animado a seguir adelante. Reconoce que está siendo una experiencia muy positiva para él y que está aprendiendo mucho sobre la vida misionera, nuestro carisma y la Congregación.
Damos gracias a Dios por estos seis jóvenes misioneros, llenos de celo y dispuestos a darlo todo para anunciar el evangelio a los más pobres. Que el Espíritu Santo los siga fortaleciendo en su vocación.
Iván Juarros, C.M.
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