Cincuenta años del Colegio San Vicente de Paúl de Beurko (Barakaldo) (I)
Máximo, José Antonio, Cecilio… Los cito por orden último de fallecimiento. Me refiero a los PP. Agustín, Aguirre y Zazpe. Su vida fue el Colegio, con mayúsculas, de Barakaldo aun cuando hicieron viajes (cortos) de ida y vuelta. La educación su único ministerio. Bien preparados en un mundo (congregacional) de “tente mientras cobro”. Además de la apostólica, etc…. pasaron por la Universidad Civil. También lo quiso el P. Corera en su debut como Visitador. Pobreza de resultados. “Cuanto más inculto menos posibilidades de que me envíen a un Colegio”…
Celebra este Colegio sus primeros Cincuenta años de vida. Antes (1944) fue el “viejo Chamizo” ubicado en un pluriempleado edificio municipal que, además de no tener patios propios, acogía diversas instalaciones públicas, entre ellas la perrera. Su fachada (hermosa y proporcionada) daba a la Plaza Vilallonga o “de Abajo” en cuyo centro se levantaba un gallardo kiosko para la música. Servía los fines de semana como afamado “txitxarrillo” hartamente conocido en toda la margen izquierda de la Ría. Entre semana se utilizaba de “recreo” del Colegio de los Paúles. Los sábados, por la mañana, como mercado. La parte trasera limitaba con el “patio de máquinas” de Altos Hornos. Ruido, vapor y polvo. A todas horas, por cuanto su actividad era constante. En uno de los laterales (donde se ubicada la entrada al Colegio) colindaba con la “Estación del Desierto” de la línea férrea Bilbao-Portugalete. Intensísimo tráfico de personas y mercancías. En resumen: un lugar adecuado para cualquier actividad menos para Colegio.
Sin embargo, de estas “ruinas docentes” se posesionaron los misioneros en 1944 aunque ya residían en sus proximidades desde el 31 de agosto de 1925. Eran sus obligaciones atender la Capilla del Carmen, con los cultos acostumbrados, principalmente la misa temprana (6.15 o 6.30) y el Rosario diario por la tarde; atender el Sanatorio de A.H.V. visitando a los enfermos y renovando el Santísimo quincenalmente; atender la capellanía de los Hermanos de la Salle (misa diaria, exposición los domingos y fiestas y confesiones de los niños cada semana) y, por último, la atención a las Hijas de la Caridad de la zona. Ocuparán una vivienda propia en la calle “Travesía de Ramón y Cajal”.
En el “temerario” 1944, al socaire de las nuevas normas educativas, el buen desempeño de los trabajos hasta el momento, el bien acreditado prestigio de los próximos Colegios de Limpias y Murguía y la negativa de las órdenes religiosas expresamente dedicadas a la educación, el Alcalde de Barakaldo, Don José Mª Llaneza, ofrece a la Congregación los locales de la Escuela de Artes y Oficios (plaza Villalonga) para instalar en él un Colegio de Enseñanzas Medias (Mercantil y Bachiller). Fueron sus primeros “mártires” los PP. Higinio Madrazo, Benjamín Huerga, Miguel Pérez de Gracia y Fidel Martínez. Aquí empieza la vida.
[Continuará…]
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