Después de unos días

El otro día leía en la web de famvin un artículo del P. Eli Chaves dos Santos y me parece acertado resaltar un par de párrafos, tras una semana en la parroquia de san Pablo de Zaragoza en la que la voz de los pobres me ha llamado con fuerza.

“En la actualidad, la Iglesia nos invita a una nueva evangelización y la Congregación nos propone desarrollar la fidelidad creativa para la misión. Este fuerte espíritu misionero que marca nuestra época me recuerda una afirmación de nuestra Asamblea General de 2004: “Congregación de la Misión, ¡sé lo que eres! No te conformes con la mediocridad. (…) Trabaja y extiende incansablemente las fronteras de la misión…”

…Nuestra acción pastoral parece ser más de conservación y limitada principalmente en un contexto parroquial. Tenemos el riesgo de centrar casi todas las energías en lo que se llama “pastoral ordinaria”. Una pastoral ligada al territorio (parroquia), centrada sobre todo en la liturgia, la catequesis y los servicios parroquiales. Una pastoral que absorbe las mejores energías de los cohermanos y que puede convertirse en obstáculo para el impulso de una evangelización más decidida y misionera”.

El artículo de P. Eli Chaves dos Santos, CM, todo él, no tiene desperdicio. Y si lo cito ahora es porque me siento tremendamente tocado por este barrio para el que se fundó nuestra casa de Boggiero como foco evangelizador y misionero.

¿Una misión en la parroquia de san Pablo en la que se dan todas las pobrezas? ¿Cómo tenemos que plantearla? ¿Qué acciones vamos a promocionar? ¿No habrá que limitarse a darles de comer, como me decía un seglar zaragozano con relación a Honduras? ¿Vamos a contentarnos con “predicar” una misión y tener unas hermosas celebraciones? ¿No corremos el peligro de quedarnos en un simple pasar, o en vivir tan sólo en medio de estas personas tan necesitadas?

Estos y otros son los interrogantes que me martillean y a los que tendré (si tú quieres, “tendremos”) que ir respondiendo. De momento, dejo sólo la inquietud.