Día del niño en Honduras
El día 10 de septiembre se celebra en Honduras el día del niño. Para las comunidades es un día señalado, ya que las catequistas y los jóvenes suelen preparar una celebración especial para los niños de su aldea o colonia. Los niños esperan con ilusión este día, en el que siempre reciben caramelos y, tal vez, algún juguete. En muchas comunidades, la fiesta se prepara no solo para los niños católicos, sino para todos los niños del lugar, independientemente de la iglesia en la que se congreguen.
Siguiendo la tradición de los últimos años, los alumnos del colegio parroquial Sagrado Corazón de Jesús prepararon las piñatas que luego se distribuirían por las distintas comunidades. Caramelos, juegos, música y piñata son el reclamo para pasar una tarde diferente y divertida, una buena manera de romper la rutina. Algunos grupos de la parroquia se organizaron para llegar hasta las comunidades más lejanas. Así, por ejemplo, las Conferencias de Jóvenes del Centro llegaron hasta la aldea de Río Arriba para alegrar el día a los niños del lugar. Una delegación de la municipalidad, con apoyo de la parroquia, subieron hasta Montevista. Por su parte, Juventudes Marianas se ha organizado para llevar juguetes a los niños del hospital.
También el hogar de niños San Ramón tuvo ocasión de festejar, uniendo dos motivos: el día del niño y la fiesta de San Ramón nonato, patrono de la institución, cuya memoria litúrgica habíamos celebrado pocos días antes. Varios invitados, entre ellos los padres (misioneros), acompañaron a los niños en esta fiesta, en que hubo payasos, juegos, yincana, música y alegría.
Esta celebración nos recuerda la importancia de cuidar la infancia. Tristemente, la situación de la infancia aquí no es muy halagüeña. Los niños son víctimas, con frecuencia, de la desintegración familiar, de violencia, de abuso, de abandono, de pobreza. La misión realiza una apuesta decidida por el futuro de los niños y jóvenes, a través del hogar de niños, el centro Ozanam de formación profesional y las becas de ayuda al estudio, y, sobre todo, tratando de crear conciencia. Con la ayuda de Dios, todo lo que podamos hacer no será en vano.
Iván Juarros, C.M.
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