El programa «Chemen Lavi Miyó» para Haití
[E-mail enviado por el P. Joseph Agostino, Coordinador del FV para el Proyecto Haití, en el que nos pide que se le dé la mayor publicidad posible a estos programas en favor de las familias pobres de Haití.]
15 de febrero de 2012
Estimados líderes de la Familia Vicenciana Internacional:
Les estamos enormemente agradecidos por el apoyo que han prestado al programa Chemen Lavi Miyò (CLM) en Haití y nos gustaría compartir con ustedes el tremendo éxito que ha cosechado esta iniciativa.
Al aproximarse el segundo aniversario de Zafèn, nuestro equipo agradecería le dieran a este mensaje la mayor difusión posible en su rama de la Familia, usando los medios que considere más apropiados.
Les agradecemos de corazón su gran generosidad y el apoyo que han prestado a Zafèn y a los haitianos que viven en condiciones de extrema pobreza. Prometemos seguir manteniéndolos al corriente de todos nuestros avances.
Joseph Agostino, reverendo de la Congregación de la Misión
Coordinador de la Familia Vicenciana para el Proyecto Haití
La campaña de la Familia Vicenciana recauda más de 500 000 $ para ayudar a los haitianos a emprender el camino hacia una vida mejor.
El 2012 promete ser un año de felicidad para las 350 familias haitianas que acaban de incorporarse a Chemen Lavi Miyò (CLM), un programa de erradicación de la pobreza cuyo nombre significa «Camino de una vida mejor». La campaña organizada por la Familia Vicenciana ha recaudado hasta la fecha 520.000 $, cantidad que permitirá a más de 2000 padres y niños haitianos comenzar el año nuevo con aires renovados.
Con motivo de la fiesta de San Vicente, el pasado 27 de septiembre se puso en marcha una iniciativa de recaudación de fondos dirigida por la Familia Vicenciana, con la colaboración de Fonkoze (el banco alternativo para los pobres de Haití que gestiona el programa CLM), Zafèn (un entidad que proporciona microcréditos para emprendedores y proyectos sociales) y el Haitian Hometown Associations Resource Group. La campaña, que se publicó enzafen.org, tuvo una duración de tres meses.
El objetivo de esta campaña consistía en conseguir 100 000 $ en donaciones realizadas por Internet, cifra que la Franz Foundation se comprometió a igualar con otra aportación por el mismo valor. «Al principio no sabíamos si solicitar una cantidad tan grande a través de Internet, ya que la mayor aportación complementaria que habíamos conseguido hasta entonces era de 30.000 $, pero decidimos intentarlo», afirmó Robert Maloney, reverendo de la Congregación de la Misión y hasta hace poco Presidente del Consejo de la Familia Vicenciana para Haití. Joseph Agostino, también reverendo de la Congregación de la Misión, asumió la presidencia del Consejo a finales de enero.
Entre los numerosos donantes que han contribuido a esta campaña, cabe destacar el papel de las ramas internacionales de la Familia Vicenciana por su «asombrosa generosidad», en palabras del padre Maloney. El día de Navidad, las donaciones realizadas a través de Internet alcanzaron los 100.000 $, con lo cual ascendió a $200.000 por la igualación.
« Esta es por lejos, la aportación complementaria más grande que hemos recibido a través de Zafèn, de modo que estamos encantados», afirma el padre Maloney.
Mientras tanto, en EE. UU., los padres y hermanos vicencianos se ocuparon de gestionar otra aportación complementaria ofertada por la Franz Foundation y la Provincia del Oeste de los Estados Unidos, esta vez para donaciones no realizadas por medios distintos de Internet. A finales de diciembre, dichas donaciones alcanzaron los 100.000 $, que también se multiplicaron por dos hasta los 200.000 $.
Desde entonces han seguido llegando aportaciones: a fecha del 31 de enero de 2012, se habían recaudado más de 520.000 $ para este programa, cuyo objetivo es tender la mano a los haitianos que viven en los márgenes de la sociedad y ayudarles a valerse por sí mismos, sirviendo a los pobres como lo hicieron Vicente de Paul y Luisa de Marillac en la Francia del siglo XVII.
«Conocí el programa CLM durante uno de mis primeros viajes a Haití y me pareció una de las obras más impresionantes que se han visto en ese país», afirma el padre Maloney.
Las familias elegidas para el programa suelen estar encabezadas por una mujer con varios hijos, que a veces padecen problemas de malnutrición y no asisten a la escuela. Se trata de familias que no tienen una fuente de ingresos fiable ni tienen acceso a profesionales para cubrir sus necesidades sanitarias.
Cuando una familia se compromete a seguir el programa CLM, cuya duración es de 18 meses, recibe los materiales de construcción necesarios para construir una casa de suelo firme y techo robusto, así como una letrina separada de la casa y que reúna las debidas condiciones de salubridad. También recibe un filtro de agua, atención sanitaria gratuita y visitas de seguimiento semanales de un gestor del programa, que refuerza los conocimientos adquiridos y les ayuda a seguir avanzando por el camino de la prosperidad.
De este modo, los niños podrán asistir a la escuela (puede que por primera vez en sus vidas) y su madre podrá optar entre distintas formas de ganarse la vida, ya sea mediante la agricultura o formando una microempresa. Durante este proceso, la madre aprenderá habilidades que le resultarán muy útiles a lo largo de su vida y reforzarán su confianza en su capacidad para sacar a su familia de la pobreza y superar las inevitables dificultades que puedan presentarse.
Al término del programa, un año y medio después, la madre y sus hijos estarán bien alimentados, tendrán asegurado el sustento y un techo en el que cobijarse, la madre dominará al menos dos profesiones susceptibles de generar ingresos y la familia tendrá recursos por valor de al menos 150 $.
El último criterio para determinar el éxito del programa consiste en preguntar a la madre si cree que puede mantenerse en este camino y seguir disfrutando de una situación económicamente estable en el futuro. El índice de éxito del programa es del 96 %.
Acerca de Zafèn
Zafèn, que significa “Es lo que nos interesa” en criollo haitiano, fue desarrollada en el 350º aniversario de las muertes de Vicente de Paúl y Luisa de Marillac como un enfoque sistémico para la reducción de la pobreza.
Fue diseñada para estimular la colaboración entre los propietarios de negocios en Haití, la Diáspora haitiana y otros interesados en apoyar la economía haitiana. Tiene un criterio exclusivo porque a partir del préstamo o la donación los negocios deben demostrar un impacto anticipado en la comunidad en general, mediante la contratación de más empleados, la operación más eficiente, el mayor respeto por el medio ambiente u otras medidas. Zafèn fue fundada por la Familia Vicenciana Internacional, la Universidad DePaul, Fonkoze, el banco alternativo de Haití para los pobres organizados y el Haitian Hometown Associations Resource Group.
La Sociedad de San Vicente de Paúl, como miembro de la Familia Vicentina, participa junto con Fonkoze, primera institución de microcrédito en Haití, en un interesante proyecto de cambio sistémico. La Confederación Internacional de la Sociedad, a través de la CIAD y gracias a los generosos dones de países miembros para Haití, se ha comprometido en una participación en este proyecto de 100.000 euros, permitiendo ayudar a más de 90 familias.
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