Experiencia pastoral en el Seminario Interno

El mes de febrero ha sido intenso en el Seminario Interno. Durante quince días (del 10 al 24) hemos cambiado el estudio de la historia de la Congregación y de la espiritualidad vicenciana por la actividad misionera, que no deja de ser aprendizaje y formación, pero en este caso de carácter práctico.

La “misión” la hemos realizado en diferentes lugares. Vincenzo voló a Canarias, donde colaboró con José Alberto en la pastoral del colegio, trabajando el tema de la cuaresma, el sacramento de la reconciliación y la vocación vicenciana con los alumnos de primaria y secundaria. Isaac, Israel, Francesco y Paolo “misionaron” en un pueblo de Cuenca, Chillarón, junto con el padre Julián Soriano. Consistió en una semana de “ejercicios cuaresmales” siguiendo el esquema de una misión popular pero abreviado. Visitaron a la gente en sus casas y sintieron una agradable acogida. Isaac e Israel, tuvieron además la oportunidad de viajar a Zamora para colaborar en la pastoral del colegio Medalla Milagrosa de las HC, que había organizado una serie de convivencias con los alumnos de Bachillerato partiendo del lema del año: Sí a la vida, 100% vicencianos.

Adrián Andrei se desplazó a tierras francesas y colaboró con los misioneros Eric Ravoux y Vincent Goguey, miembros de una comunidad dedicada por entero a las misiones. Concretamente ellos misionan en colegios y liceos. Buscan hacer reflexionar a los jóvenes sobre algunos temas importantes como el sentido de la vida. Su actividad no va dirigida sólo a los católicos sino a todos los alumnos del colegio o liceo en cuestión, sean de la confesión que sean. Adrián participó en las misiones del liceo Albert de Mun, en París, y del colegio San Vicente de Paúl, en Nîmes.

Finalmente Adrián Matei, Tonin, Michele e Iván, acompañados también por el padre Luis Alberto, participamos en la misión popular que ha llevado a cabo el equipo de misiones de la provincia de Zaragoza en una parroquia de Albacete, la parroquia del Buen Pastor. Junto con el padre Luis Mari, coordinador del equipo, y un grupo de laicos e Hijas de la Caridad, visitamos a las familias del barrio casa por casa, dándoles el programa e invitándoles a participar en la misión. Nos reunimos también con los niños de la catequesis y con los jóvenes de la parroquia.

A la vuelta del trabajo pastoral, hemos compartido las distintas experiencias vividas en los distintos lugares, y podemos decir que todas han sido muy positivas y que nos ayudan a seguir caminando cada día con más alegría por este camino que hemos comenzado: seguir a Jesucristo evangelizador de los pobres.

Iván Juarros, seminarista