Impacto en los más afectados
La OSV aprovecha de nuevo la oportunidad para compartir una visión consolidada de todos los proyectos atendidos durante 2023. Más que un recuento rutinario de proyectos, la revisión anual supone una reflexión crítica basada en una evaluación rápida y en la consolidación del impacto de nuestra misión y nuestro trabajo de desarrollo en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas como marco de referencia. De entrada, podemos observar una evidente diversificación de iniciativas, servicios, estrategias y contextos regionales de trabajo solidario. Sin embargo, alinear los resultados y el impacto de los proyectos con los ODS no es tan claro y directo. Los ODS ponen en primer plano la interfaz de las líneas básicas sociales, económicas y ecológicas (Personas, Progreso, Planeta) en la consecución de agendas de desarrollo transversales que deben medirse por el impacto temático. Con el principio de «no dejar a nadie atrás», la inclusión social o la opción por los más afectados a nivel de base se convierte en un eslabón clave del proceso de alineación. La idea de fondo es abordar el impacto en cuestiones transversales críticas de los sectores más vulnerables. Responder a las necesidades concretas de los pobres, que son los más afectados por las cuestiones transversales mundiales, marca el camino para hacer operativos los ODS. Los proyectos impulsados por las necesidades pueden servir como puntos de entrada y catalizadores de un impacto transformador al empezar a incidir en los sectores más afectados en la encrucijada de los discursos transversales sobre el desarrollo. Las iniciativas de base pueden convertirse en lugares estratégicos para comprometerse y generar impacto al alinearse con objetivos de desarrollo más amplios en contextos de pobreza, marginalidad y desigualdad globales.
Seguimos instando a los cohermanos y a los colaboradores a seguir el camino del desarrollo sostenible en solidaridad con los más afectados.
P. Joel Bernardo, C.M.,
Director Ejecutivo de la OSV
San Vicente de Paúl (de ahí el nombre de “misioneros paúles”), a pesar de las comprensibles limitaciones propias del tiempo en el que le tocó vivir (siglo XVII), tuvo un gran aprecio por la comunicación: llegó a escribir más de treinta mil cartas (alguna llegó a su destinatario varios meses después de su muerte). 
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