Informe de la Comunidad del Androy a las Asambleas Provinciales (1985)

6259879231_69295361ef_zComenzaré por señalar que el Androy es un territorio de Misión dentro de la Diócesis de Fort-Dauphin. Su extensión es de unos 24.000 km2 con una población de 400.000 habitantes. Vivimos desde hace diez años bajo un régimen político socialis­ta de tendencia pro-soviética, lo cual ha propiciado algunos momentos difíciles para todo lo que se refiere a labor de Iglesia. Actualmente esa tensión no ha desparecido del todo, pero después de diez años de hegemonía rusa se nota un gran desencanto en la generalidad del pueblo y una vuelta a lo religioso y para-religioso.

Dentro de este ambiente general nuestra Misión está como un poco aparte den de los vaivenes políticos llegan ya muy amortiguados. A pesar de todo la introduc­ción del nuevo régimen político ha contribuido a dejar a dejar a la población, donde nosotros nos movemos, completamente a sus expensas. Es decir, en la mayor mise­ria de todo tipo, pero también le brindan una capacidad: la de construir su futuro. En esta tarea de construir un futuro humano, malgache y cristiano es en la que nuestra comunidad misionera pretende echarles una mano lo más robusta posible.

I.- Vida comunitaria

Nuestra Comunidad está constituida por 15 miembros. Todos vivimos en el Androy a excepción del Hno.Clemente López que, a petición de la Provincia Malgache, ha si do cedido temporalmente para un trabajo concreto en beneficio de todos los coherma­nos Paúles que trabajan en Madagascar, y a este respecto está adscrito y reside en la casa de Tananarive.

La vida de comunidad de los que estamos habitualmente en el Androy es un tanto especial, ya que aunque nos consideramos una sola comunidad sin embargo vivimos distribuidos en pequeños equipos en cada uno de los seis distritos en que está orga­nizada ya casi desde el principio la Misión. Esos son los seis distritos que figuran en el Catálogo: Ambovombe, Tsihombe, Beloha, Bekily, Beraketa, Antanimora. A pesar de la distancia de los diferentes distritos y sobre todo de la mala situación de los caminos, nuestra vida comunitaria es bastante intensa. A ello contribuyen:

  1. las reuniones mensuales de lunes a jueves con tiempo dedicado a la oración, reflexión e intercambio;
  2. los servicios comunes, como es el centro de formación y promoción de laicos en Beraketa;
  3. los métodos pastorales unificados.

La reunión mensual es muy importante en lo que a comunidad de vida se requiere. En ella se ponen en común todas nuestras actividades y proyectos, nuestros logros y problemas; en ella encuentran eco tanto nuestros anhelos espirituales como nues­tras necesidades materiales. En esas reuniones se toman de común acuerdo las de­cisiones concernientes a la actividad pastoral y económica de los seis distritos.

A causa del reducido número que aún somos para atender a tantas obras, frecuentemente nos encontramos con el problema de tener que dejar solo a un misionero. En estos casos solemos turnarnos los de los otros centros para acompañarle y ayudarle.

Comunidad de vida en cada distrito:

El pequeño equipo de cada distrito posee una residencia fija donde conviven la mayor parte del tiempo y a partir de la cual programan las diferentes giras que el cuida­do del distrito reclama. En este sentido la organización es muy parecida en los seis distritos. Cada día de la semana se visita uno o varios centros al que se volverá el mismo día de la semana siguiente y así durante todo el año, haciendo un alto en el in­vierno austral durante el cual programamos actividades a nivel de los seis distritos o de otro tipo. En este período tienen lugar las sesiones pedagógicas y de espirituali­dad para Catequistas y Maestros y para jóvenes y grupos de laicos.

A nivel de distrito se organizan sesiones y cursillos o pequeñas misiones de tipo más intensivo. En esas sesiones suelen ir aunados los dos temas importantes de la actividad vicenciana en favor del pobre: promoción y evangelización.

II. – Comunidad de oración:

Comenzando por la reunión mensual diré que en ella dedicamos una hora a la oración comunitaria cada día, además de la Eucaristía que concelebramos al final de la jornada. La mañana del primer día está toda ella dedicada a la oración, reflexión e intercambio de tipo espiritual o vicenciano. Además la Eucaristía del primer día va a­compañada de una celebración penitencial en la que los Misioneros participan en el Sacramento de la Reconciliación.

Comunidad de oración en los distritos: El pequeño equipo de cada distrito tam­bién tiene su proyecto comunitario en el que ocupa su lugar la oración en común. Lo normal es media hora de oración con laudes por la mañana, Eucaristía concelebrada casi todos los días y vísperas por la tarde.

III.- Comunidad de trabajo:

Además de lo ya aludido más arriba de que en la reunión mensual todos nos so­lidarizamos y nos responsabilizamos con el trabajo de todos, debo informar que en la Misión todos solemos estar al tanto del trabajo de cada uno y que en cada distrito los trabajos se llevan en equipo. Ya he hecho alusión antes a la importancia de las giras en la organización de nuestra actividad misionera. Ello es requerido para atender a las 118 iglesias y capillas asistidas por 65 catequistas; las 54 escuelas y colegios que cuidan 70 maestros y en la que tienen acceso al primer saber 3.548 alumnos, la mayor parte en las pequeñas aldeas del campo. Funcionan también al cargo de los mi­sioneros 5 internados con 220 internos que son jóvenes del campo que de otra manera no podrían terminar sus estudios básicos.

La promoción de vocaciones es también uno de nuestros trabajos preferenciales. En total son 26 seminaristas procedentes de nuestros distritos y 4 los aspirantes a Hermanos Coadjutores.

IV.- Comunidad de bienes:

La Misión construye iglesias y escuelas; mantiene a catequistas y maestros; asiste a enfermos, leprosos, ancianos, internos; promueve obras de desarrollo y evangelización. Para realizar todo ese trabajo de promoción y asistencia del pobre la Mi­sión utiliza dos camiones (de 7 y 4 ton.), 12 camionetas y dos tractores; dispone de taller-garaje en tres centros y de dos carpinterías. Los fondos para todas estas obras llegan de dos grandes fuentes conforme a necesidades ordinarias o extraordinarias:

  • Ordinarias = 25% procedentes de: Provincias 50%
  • A.M.V.E.   25%
  • Diócesis   25%
  • Extraordinarias = 75% procedentes de Organismos especiales: Misereor, Missio, Campaña contra el Hambre, Caritas, Raul Follereau.

Las ordinarias cubren el sustento de los misioneros y los medios más necesarios para el apostolado. Las extraordinarias van dirigidas a proyectos de desarrollo y asistencia, compra de vehículos y construcción de locales. Todas las ayudas se em­plean en obras aprobadas en comunidad y aunque hay un margen dejado al carisma de cada uno de los misioneros, a todos se les procura asegurar los medios necesarios para una actividad normal.

V.- Comunicados:

Tratándose de un informe a las Asambleas Provinciales esta Comunidad del An­droy cree conveniente manifestar:

  1. Que los misioneros somos queridos y apreciados por aquellas poblacio­nes y que todos estamos gozosos en la Misión.
  2. Que nuestra actividad evangelizadora se ve correspondida; cada año hay un promedio de 1.000 bautizos, la mitad de los cuales son personas adultas.
  3. Que aunque este año se cumplen los 20 después de la llegada de los pri­meros y nuestra edad media es de 44,4, sin embargo, seguimos necesitan do refuerzos, ya que la edad no perdona y los trabajos se multiplican, además de que el momento actual es muy propicio para la acción misionera
  4. Que pedimos que se clarifique, se especifique y se potencie la obra del Secretariado A.M.V.E.
  5. Nuestro agradecimiento a los Visitadores y a las tres Provincias per el interés y la ayuda que nos han prestado hasta ahora y en especial última mente por los cuidados dispensados al P. Carlos Velázquez en su enfermedad y la ayuda económica realizada como aportación a la casa de Be­kiIy . BPZ, 1985

Realizado por la Comunidad del Androy

Mitxel Olabuénaga, C.M.

Sacerdote Paúl y Doctor en Historia. Durante muchos años compagina su tarea docente en el Colegio y Escuelas de Tiempo Libre (es Director de Tiempo Libre) con la práctica en campamentos, senderismo, etc… Especialista en Historia de la Congregación de la Misión en España (PP. Paúles) y en Historia de Barakaldo. En ambas cuestiones tiene abundantes publicaciones. Actualmente es profesor de Historia en el Colegio San Vicente de Paúl de Barakaldo.

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