La formación inicial y la etapa de acogida de los estudiantes de la Provincia en Honduras
En El Salvador
Los días del 7 al 9 de marzo desde New York me acerqué a la comunidad del Teologado de la Provincia de Centro América.
En esta comunidad del estudiantado se encuentra el estudiante hondureño de nuestra Provincia de Zaragoza, Moisés Alemán, cursando su 2º año de teología pues son cuatro. Él se siente llamado a vivir nuestra vocación vicenciana y desea ser ordenado sacerdote de la Misión algún día.
Al mismo tiempo que compartí con los jóvenes seminaristas de Centro América su vida, oración y trabajo, tuve la oportunidad de dialogar con el Rector del Seminario de San José de la Montaña dónde reciben la formación teológica.
En Guatemala
Los días del 9 al 11 de marzo me acerqué hasta Guatemala donde estudia el 3º y último año de filosofía el estudiante de nuestra Provincia, Wilmer A. Ramírez. A día de hoy se manifiesta contento con nuestra vocación vicenciana y con deseo de seguir dando pasos que le conduzcan al sacerdocio.
Además de convivir con aquellos 12 jóvenes unos días tuve la ocasión de saludar y dialogar con el Visitador de la Provincia de Centro América, P. José Edilberto Lazo, sobre los distintos temas de colaboración interprovincial que allí nos implica y nos ocupa.
En Tegucigalpa
Por falta de tiempo para viajar a Tegucigalpa, vino a Puerto Cortés del 15 al 17 de marzo el estudiante Cristian Rodríguez, que reside en la Etapa de Acogida que la Provincia de Barcelona tiene en la capital. Al no tener nosotros este año en Cortés más jóvenes qué él para la Etapa de Acogida, valoramos y decidimos enviarlo por un año como experiencia a Tegucigalpa.
El trabajo y la vida en la Misión es grande como grande es la generosidad de todos aquellos que la apoyan con la oración, las campañas económicas, la búsqueda de recursos financieros y materiales, las aportaciones particulares de los misioneros y de tantas personas con conciencia de su vocación cristiana y vicenciana.
Hablamos de su experiencia en los estudios (hace el curso propedéutico), la vida de comunidad junto con 7 jóvenes que forman la Etapa, la vida de fe, la formación vicenciana y el apostolado. Él se muestra contento y abierto a la búsqueda de su vocación como misionero vicentino.
A todos les doy las gracias en nombre de los compañeros de la Provincia que están en Misión y en nombre propio. Después de los 21 años que llevaba sin volver a Honduras, pues fui de estudiante, he de reconocer que se ha ido avanzando mucho en la Misión. Todos hemos de tomar conciencia de las necesidades perentorias allí patentes y hemos de preguntarnos cuánto estamos dispuestos a dar, o darnos personalmente para ser coherentes con nuestra vocación vicenciana: seguir a Jesucristo Evangelizador de los pobres.
David C.M.
¡Animo muchachos! Desde aquí los tenemos presentes en nuestras oraciones personales.
Que la llamada que lograron escuchar aun cuando tenemos tanto ruido alrrededor, retumbe siempre en sus oidos y su corazon, oramos porque asi sea. Un abrazo.