La Novena de la Milagrosa en Albacete
Los escépticos no acaban de creérselo… Andan buscando por ahí razones que aclaren este fenómeno tan extraño para sus ideas prefabricadas: ¡cómo es posible que, es estos tiempos de crisis de mil denominaciones distintas, se sigan llenando las iglesias ante la convocatoria de una tradición que huele a rancia y pasada de moda! En estos tiempos de inclemencia religiosa galopante, ¡cómo es posible que no falten a la cita anual miles –sin hipérboles, quizá, millones, en todo el mundo- de fieles que quieren honrar, celebrar gozosamente, la fiesta de su Milagrosa, en una movida que se prolonga más que las jornadas festivaleras de los pueblos y grupos más bulliciosos: toda una Novena, nueve días completos..! Ahí estaban, sí, con la alegría y la cara sonriente de siempre, las abuelas que no fallan, algún que otro abuelo también, y, no faltaba más, los y las medio jóvenes, con alguna otra cara adolescente e infantil…
¡Y siguen diciendo que es cosa de viejas, restos de una tradición atávica próxima a extinguir! Pero hablad, sin prejuicio, con estas abuelas y os daréis cuenta de que, más allá de sus desmemorias actuales, evocan tiempos de reciedumbre de costumbres, de experiencias de vida admirables, de entregas generosas sin límite… Continuad…, y os admiraréis más aún: ¿Cómo pudieron aguantar tanta inclemencia, hacer frente a necesidades extremas, sacar la casa, los hijos, y hasta los nietos adelante, sin un hombre en casa, sin recursos ni apoyos de los que hay ahora…? Y más de una te dirá, a su modo: ¡“Mi Virgen Milagrosa, Padre, mi Virgen Milagrosa, esa nunca me ha fallado..!
Pues sí, todavía existe una España profunda que, desde la limitación de su cultura y desde sus silencios impuestos por nuestra sociedad engreída, nos habla de una sabiduría escondida, que es más sabia que la sabiduría de los listos y entendidos de este mundo… Ojalá llegue pronto el día en que esta mina de tesoros ocultos, en forma de experiencias vividas con entereza y esperanza siempre en flor, salga a la luz y anuncie nuevos tiempos de horizontes luminosos…
Este año, en Albacete, la Comunidad ha echado el resto: no sólo hemos celebrado la Novena en la parroquia de la Sagrada Familia, por partida doble, mañana y tarde, con los consabidos triduos del colegio de la Inmaculada y de la Residencia de San Vicente, sino que hemos abierto nuevos campos a la buena noticia del evangelio, desde la plataforma de la devoción a la Virgen Milagrosa. Sin bombos ni platillos, pero conscientes de que hay que aprovechar los tiempos y resortes, hemos inaugurado una nueva etapa del triduo de la Milagrosa en la iglesia que lleva su nombre, en el barrio de las seiscientas, de resonancias especiales para todos nosotros. Nuestra parroquia de San Vicente, con su nuevo párroco, no podía ir a la zaga; y aquí también comenzamos la nueva andadura. La parroquia del Buen Pastor, que ya lleva tres años abierta a esta experiencia pastoral del triduo a la Milagrosa, removida y remozada por la fuerza de la misión tenida recientemente, también ha acogido con gozo la celebración del triduo…
No se hizo demasiada publicidad para las nuevas experiencias en las parroquias de San Vicente y La Milagrosa. Los párrocos, José Luis y José Alberto, prefirieron el boca a boca, el anuncio sencillo en las misas de los domingos precedentes. Sin embargo, y a pesar del número reducido de los participantes, ambos párrocos quedaron satisfechos, firmes en su convicción de que la experiencia ha merecido la pena y de que el año próximo y los siguientes recogerán la cosecha…
La Residencia de San Vicente de Paúl también ha renovado su fiesta inmemorial del triduo de la Milagrosa, herencia de los tiempos, no tan lejanos, en los que la Comunidad de Hijas de la Caridad, hacían reverdecer los tiempos jóvenes de estos abuelos, cargados de años, de lacras y de limitaciones de todo tipo, pero también de añoranzas y de recuerdos y cantos marianos, que les hacían sonreír como a niños… Pero no han estado solos nuestros abuelos: familiares, amigos, y miembros de la Asociación de la Milagrosa, hasta 100, aproximadamente, en total, se han unido a ellos, a su fiesta, a su alegría renovada, año tras año, en la celebración del Triduo de la Milagrosa. El P. Helios se ha contagiado de su fe y les ha devuelto la mirada complaciente y la alegría compartida.
El terreno estaba más esponjado en el Buen Pastor, después de tres años de triduos y una misión que ha calentado el ambiente. No han sido demasiados los participantes, entre 70-80, pero han sido de calidad madura: en su mayoría miembros de los grupos de la misión, agentes pastorales de la parroquia, de sus variadas plataformas… Se percibe que el Buen Pastor es una parroquia viva, con vino añejo y de la última cosecha; con parcelas de gente mayor y de nuevas generaciones de feligreses. Y lo más importante, avezadas al estilo de la misión, hambrientas de la palabra y abiertas a la empatía y al diálogo cercano… Me cupo la suerte, -llamémosle privilegio- de ser yo mismo el proclamador de la palabra en el Buen Pastor.
Al P. Martín le tocó la perita en dulce del colegio de la Inmaculada, de inveterada tradición de celebraciones en honor de la Milagrosa. Ni que decir tiene que solemnizaron los actos las responsables de la Asociación de la Medalla Milagrosa en Albacete, los alumnos del colegio, representantes de Juventudes Marianas Vicencianas y la fuerza incombustible de la Comunidad de Hermanas. Día a día, se repartieron las funciones litúrgicas los protagonistas mencionados… Para que no faltara nada, un coro y especie de rondalla impactaron a la comunidad celebrante con sentidos himnos y melodías marianas, de siempre, y de reciente creación…
Mención especial, con todas las credenciales, para la Novena en la parroquia de la Sagrada Familia, continuadora de las campañas populares, de auténtica devoción mariana, de la incansable y recordada Sor Dolores Montiel Romero. Todos los devotos de la Milagrosa de Albacete la recuerdan: removía Roma con Santiago; organizaba autobuses para traer a los devotos de los pueblos a su Novena de la Milagrosa. Pero conjugaba perfectamente su celo por la Novena con su amor y entrega al servicio de los pobres de la ciudad y alrededores. La Sagrada Familia se llenó, casi como en los tiempos de esplendor, por la mañana y por la tarde: un cálculo aproximado del párroco, Don Manuel, hace subir la estimación de asistentes a 800-900 diarios. La comunidad de Albacete, en perfecta armonía y sincronización, se repartió estos servicios pastorales a esta parroquia, señera y referente de la devoción a la Virgen Milagrosa en Albacete. Un coro y un organista, de probada experiencia en esta celebración anual en honor de la Milagrosa, hicieron más solemne y entrañable la fiesta. Pero tampoco faltó el sabor y la gracia popular manchega. En la misa final, como despedida a la Virgen, con garbo y acento bien timbrado, una mujer del pueblo, acostumbrada a estos lances, le dedico esta jota:
Ya se acabó la Novena (bis)
Ya se ha cerrado el misal
Hasta el próximo año
Que nos volvamos a encontrar.
A nuestra Milagrosa pedimos
Que a todos sus devotos
Los suba al cielo, los suba al cielo.
Viva quien dijo la misa (bis)
Viva quienes la escucharon.
Viva nuestra Milagrosa
Y la Virgen de los Llanos.
Sólo queda dar las gracias a Comunidad de Paúles de Pamplona, que, año tras año, nos regala estos materiales que nos ahorran un montón de trabajos y de desvelos, y no sólo a nosotros, sino también a otros muchos sacerdotes y agentes pastorales de aquí y de allá, también de más allá de nuestras fronteras, según nos consta por los nuevos medios de comunicación vicencianos: la web vicenianos.org ha registrado alguno de estos días 55.000 (¡cincuenta y cinco mil!) visitas de todo el mundo, dando un total de 1.110.000 (¡un millón ciento diez mil!) visitas en el mes de Noviembre, muy por encima de la media mensual de los últimos meses.
Gracias, Comunidad de Paúles de Pamplona.
Comentarios recientes