Nuestra Señora de Suyapa – Honduras (3 de febrero)
Un año más reunidos en el nombre de María en nuestra querida Honduras.
¡Qué hermoso celebrar uno de los días más significativos en nuestro caminar de nuestra agenda como parroquia en este 2 de febrero a nuestra madre, bajo la advocación de Suyapa.
¡Cuántas muchachas llevaran su nombre en honor a esta gran mujer!.
Ya desde los días previos a la celebración se vivía en toda Honduras la cuenta atrás para día tan señalado con un triduo vivido de manera fervorosa, desde los mas chiquitines hasta los más adultos.
Comenzábamos el mero día a las 4 de la mañana con la típica celebración de las mañanitas como no puede ser de otra manera.
Aunque hacia frio pero con ilusión y alegría iban viniendo a la sede parroquial desde los diferentes barrios y colonias.
Los cohetes en honor a nuestra Madre se iban abriendo paso en el fragor de la madrugada.
A las meras 4 de la mañana comenzábamos la celebración con el saludo correspondiente de los delegados de la Palabra de Dios (las hermanas Mejía, Jorge Enamorado).
Nos leían un poco de la historia de Nuestra Señora de Suyapa. La más bonita, la más hermosa, nuestra Morenita.
Con el canto de las mañanitas le dedicábamos esa hermosa canción a Nuestra Madre de Suyapa. La Iglesia del centro bastante llena a pesar de lo temprano de la celebración. Pero para rendirle homenaje a nuestra Madre no importaran la hora tan temprana, ni el frio, ni nada que se le parezca.
Y mientras el P. Félix Mariezkurrena, C.M. animaba en la celebración de las mañanitas, tanto el P. Wilmer Ramírez, C.M. que se dirigía a la comunidad de Miramar para celebrar la eucaristía en la montaña en el día de nuestra Señora de Suyapa a 4 horas de camino, el párroco P. José María Ibero, C.M. iba rumbo a otra comunidad, esta vez en la frontera con Guatemala una comunidad llamada Suyapa, conocida como Suyapita.
También nos llegaban ecos de otros lugares del mundo donde hay comunidad hondureña para celebrar también a nuestra Madre de Suyapa (Ecuador, El Salvador, México, España).
Un buen grupo se nos unía en el camino rumbo a la ermita de Suyapa que se nos quedaría corta para albergar a tantas personas. En el trayecto cantos alusivos a María como no podía faltar.
Aun siendo muy temprano y con algo de frio se oirán cantar a la Virgen María por las calles, colonias y barrios de nuestro querido Cuyamel.
Alrededor de las 4,45 de la mañana llegábamos a la ermita mientras las mujeres nos preparaban lo que después degustaríamos con alegría e ilusión, unos tamales hechos por uno de los delegados de la Parroquia Leoncio Amaya, que hace honor a su nombre, por lo grande que es.
Comenzábamos el Rosario de manera fervorosa para terminar con un tamal, un pancito y un café.
Una vez terminada la celebración se daba un tiempo de oración hasta las 12,00 del mediodía que estaría abierta la ermita.
A las 6,00 de la tarde con el Rosario comenzábamos otro especial dedicado a nuestra Madre María bajo la Advocación de Suyapa. Y a las 7,00 de la tarde comenzábamos la Eucaristía presidida por el P. Félix Mariezkurena. En la homilía hacía referencia a una palabra que resuena en la vida de María, CUIDAR y ACOMPAÑAR. Algo muy importante en la vida de todo cristiano, todo bautizado.
Cuidar a nuestros niños que son el alma de nuestra comunidad, cuidar a nuestros jóvenes que son el corazón de nuestra Iglesia, y cuidar a nuestros mayores en su plenitud vital como lo han hecho antes con nosotros.
El P. Félix Mariezkurrena también nos recordaba en la Eucaristía los 3 ejes o claves de nuestra Parroquia para este año 2023:
- Procesos de la catequesis (Niños, adolescentes, jóvenes y mayores).
- Pastoral Familiar (acompañamiento de las parejas, familias)
- Pastoral social (solidaridad: en el darse uno mismo a los pobres, no solo la parte asistencial sino la parte de abrirse a los pobres en su esencia, muy en la línea de lo que nos propone a la Familia vicentina nuestro Superior General Tomaž Mavrič en una de sus cartas: tener un contacto más directo con un pobre).
Después de la bendición y canto final nuestros ojos ponían su mirada en nuestra Madre, la que nos cuida y la que nos ama, nos despedíamos hasta el próximo año en que volveremos a celebrar con ilusión y alegría un año mas la fiesta de Nuestra Señora de Suyapa, la mas Bonita, la mas Hermosa, nuestra Morenita.
Félix Mariezurrena, C.M.
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