Nuestros seminaristas en el Seminario Interno en Guatemala
HEMOS VIVIDO LOS PRIMEROS 7 MESES DE SEMINARIO INTERNO, CLAPVI-NORTE
Narraré los puntos que considero más importantes en esta etapa del Seminario.
Son los siguientes: Formación, Misión, Ejercicios Espirituales, Retiros y Apostolado.
La formación es una de las partes importantes para los misioneros vicentinos. Si no nos formamos bien, no podemos dar un buen servicio a las personas. Sin embargo, debemos formarnos para dar formación a otros. La formación, en primer lugar, nos ayuda a nosotros mismos. Además, los pobres y necesitados merecen buenos misioneros. Que estén capacitados para atender cualquier necesidad y responder a sus preguntas. Los pobres se merecen lo mejor y por eso debemos estar capacitados para responder a sus necesidades y defender la dignidad de la persona. En el Seminario recibimos formación permanente.
El siguiente punto y no menos importante, es la misión. Desde enero a julio hemos salido dos veces a misionar. En Semana Santa fuimos a misionar algunas aldeas rurales de Tecpán en Guatemala. Son pueblos que mantienen vivas sus costumbres y cultura. Gente humilde y sencilla, campesinos. Muy agradecidos con todos los misioneros por haber dedicado una semana con ellos; nos decían que era la primera vez que veían seminaristas y sacerdotes comprometidos y dedicados a misionar con amor y cercanía.
En julio visitamos Honduras. Estuvimos en San Pedro Sula; nos enviaron de misión a la zona rural del Merendón. También una semana. Los hondureños logramos ver a nuestra familia, quienes se llenaron de gozo de tenernos cerca y poder expresas su amor. Nos traemos bastantes testimonios de esta buena obra en Honduras. Son personas que lo dan todo por la misión y son muy agradecidas.
Las 2 misiones han sido un éxito y creo que han dado o darán abundantes frutos.
Al principio y a medio año 2024, hemos recibido los ejercicios espirituales. Retiros mensuales. El apostolado lo realizamos en la parroquia San Vicente de Paúl en Bethania, Guatemala. Este se inicia a las 5 am y concluye a las 9 pm. Es un día pesado, pero lleno de riqueza. Al terminar cada sábado nos sentimos muy bien de poder ayudar a los ancianos en sus necesidades; además visitamos las familias que tienen enfermos, colaboramos en la catequesis con niños y jóvenes. Se les da formación a monaguillos y catequistas. A veces hacemos la Celebración de la Palabra de Dios, esto cuando no hay sacerdote.
Ahora mismo, estamos estudiando la Historia de la Congregación de la Misión y Superiores Generales. Estamos exponiendo brevemente la historia de las Provincias; es muy enriquecedor ir adquiriendo este conocimiento. Hasta aquí algunas pinceladas de lo que hacemos en esta etapa formativa, llamada seminario interno.
De manera personal, doy gracias a Dios por haberme invitado a ser parte de algo tan importante. Compartir con los más pobres. Por darme la oportunidad de servirles con mis pocas fuerzas.
Wilmer Barrera, C.M.
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