Una aventura multicultural
Este verano he tenido la oportunidad de participar, durante cinco semanas, en un un curso intensivo de francés en la ciudad de Vichy. Esta pequeña «villa», situada en el centro del país galo, es conocida como «la capital de las aguas» por sus múltiples fuentes termales de origen volcánico. Además, allí se encuentra el centro de lenguas Cavilam que recibe en sus aulas a centenares de alumnos provenientes de los cinco continentes.
Desde Japón a Paraguay; pasando por Turquía, Malasia, Vietnam, Italia, Suiza, Alemania, México, o Brasil entre otros; hemos podido contemplar el folclore y la gastronomía de estos lugares gracias a las jornadas culturales que organizaba el centro de estudios cada semana. De esta manera, la lengua francesa ha sido la que nos ha conducido al conocimiento de las otras personas que ofrecían la riqueza de su cultura y su experiencia personal para una verdadera convivencia sana y espontánea.
Además de las jornadas culturales, después de las clases, teníamos la oportunidad de participar en otras actividades organizadas por el servicio cultural de Cavilam como el disfrute del buen cine francés con subtítulos, la visita turística por Vichy, los deportes al aire libre o simplemente el encuentro en una terraza para conocer gente mientras se toma un refresco.
En estas semanas he estado acogido por nuestros cohermanos de la provincia francesa. Esta comunidad ofrece a seminaristas, sacerdotes y religiosos de todo el mundo la oportunidad de hospedarse para estudiar el idioma francés o para recibir las curas correspondientes en los centros termales existentes. Por otro lado, también ofrece a los visitantes de Vichy un museo de artes africanas y asiáticas con múltiples objetos de aquellos lugares traídos por nuestros compañeros en sus diversas expediciones misioneras.
Sólo queda agradecer a la provincia esta oportunidad de haber podido conocer otras culturas y otras personas, todo ello, con el inicio del aprendizaje del francés.
Josico Cañavate, C.M.
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