1981: año Vicenciano

Es, sin duda, la noticia del año: cuarto centenario del nacimiento de San Vicente de Paúl. Las crónicas de las diferentes celebraciones ocupan muchas páginas del Informativo Provincial. Se recuerda de distintas formas. De especial relevancia es el 27 de septiembre.

Comienza a preocupar de manera insistente la «formación continua». Para estudiar y dinamizar este asunto se nombra una Comisión formada por los PP. Jaime Corera, Rafael Sáinz, José Ignacio Mendoza, Ángel Pascual y Pablo Domínguez.

Tres casas (relacionadas directamente con la «formación de los nuestros») ocupan las preocupaciones del Consejo Provincial.

• Murguía: se examina una solicitud avalada por doce firmas para que se convierta en Centro de Pastoral Vicenciana. No parecen suficientes los motivos que se exponen  y se anuncia una reunión abierta para pulsar la opinión de la Provincia sobre el asunto.
• Pamplona: «el trabajo de promoción vocacional está tomando proporciones gigantescas«. En los días de Pascua han conseguido reunir a más de 80 chavales para un primer cursillo de preselección para el ingreso en el internado de nuestro Colegio. El año pasado un grupito tuvo que ir a hacer BUP en el Instituto. La experiencia no satisface del todo y los formadores de Pamplona ven con gran claridad, y no con menor urgencia, que también se les deben dar en casa las clases de BUP. Para ello, y aquí está la madre del cordero, determinados locales se hacen pequeños y se propone modificar los dormitorios. El Consejo piensa que se debe frenar un poco y que antes debe consolidarse la experiencia recién iniciada. El Consejo no ve posible ni conveniente, por otra parte, la apertura de los cursos de BUP en nuestra casa porque «nos parece desproporcionadamente caro en preocupación, en personal y en dinero«. Se muestra dispuesto a colaborar en un centro interdiocesano de estas características. ¡Ay, Pamplona!
• Las Arenas: tema al que se ha dado muchas vueltas desde el inicio de la Provincia. Cuando se traslada a Las Arenas (antes estuvo en Deusto, Ugasko y Barakaldo) comienza a sentirse una cierta incomodidad. Primero en los propios estudiantes, luego en los moderadores, luego en la Provincia… se hace oír la disconformidad con la ubicación. La Comisión de Formación hace llegar al Visitador los criterios para su ubicación que se resumen en «nivel socioeconómico de la población (pobre), posibilidad de colaboración pastoral (con vicencianos preferentemente), ambiente que facilite el estudio de la Teología y cierta cercanía al centro de estudios«. A tenor de esto, concluye, que está claro que Las Arenas no responde al primer criterio y sólo con dificultad y no poca perdida de tiempo puede atender de una manera ordenada y sistemáticas al segundo.

Dos temas de índole supraprovincial salen a la palestra.

• Madagascar: se estudia la posible participación en la misión más allá de pagar una cuota anual y de la vinculación jurídica de los misioneros a la Provincia de Madrid. A pesar de ello no se ven fáciles los caminos para llevar a la práctica los buenos deseos. De hecho ningún misionero de la Provincia irá a esta misión.
• YELDA (la única revista vicenciana con una cierta incidencia social) pasa por una profunda crisis económica  que la coloca al borde de la desaparición. La Conferencia de Visitadores acordó apoyar este medio de evangelización. Añadiremos que «sin demasiada convicción». Entre todos la mataron y ella sola se murió. ¡Falta de visión! ¡Pena!

Tres nuevos Diáconos alegran la vida de la Provincia. Mitxel Olabuenaga (Barakaldo: 15 de mayo); Luis Laborda (Las Arenas: 27 de septiembre) y Gregorio Ado (Gregorio Ado (Astrabudua: 12 de diciembre). Junto a estos hechos, la Provincia ve aumentadas sus casas con la constitución de la Comunidad de Albacete-Sierra como independiente.

Para finalizar: se ponen en marcha las correspondientes comisiones para preparas la próxima Asamblea (para  Julio 1982) y para la elección del Visitador.