Encuentro de formación en Barakaldo (II)
El día 22 de Enero, festividad de san Vicente mártir, ha tenido lugar en la Comunidad de Barakaldo, el segundo encuentro formativo de las casas de la Zona Norte de la Provincia de Zaragoza.
Con una nutrida representación de las cuatro casas, Pamplona, Murguía, San Sebastián y Barakaldo, compuesta por los misioneros: Pablo Domínguez, Paco Mateos, Ángel Lopetegui, Carmelo Maeztu, Ander Arregui, Pedro Ventura García, Baltasar Indurain, Erramun Aizpuru, Luis Miguel Medina, Benito Martínez, Julián Arana, José Manzanedo, José Pascual, Rogelio Vences, Joaquín Estapé, Mitxel Olabuénaga, Ángel Ros y José Hervás.
Tras la acogida, y breve tentempié, pasamos a la capilla para la oración. Tras ella, pasamos a la salita para la sesión de trabajo y reflexión del tema propuesto: “El Estatuto fundamental de pobreza”, sobre el breve Alias nos.
Fue una reflexión muy enriquecedora, en la que surgieron muchos temas colaterales, como el de la aclaración de los “bienes inmuebles y los bienes muebles” y lo que ello conlleva; las herencias; los seguros ante accidentes e incapacidades de los misioneros; los “intuitus” de las hermanas por servicios recibidos; o los permisos a los superiores de las casas.
Se fijó como propuesta para el tercer encuentro en San Sebastián, el día 4 de Abril, el tema “La crisis y nuestras Comunidades”.
Tras la reflexión y debate, hubo tiempo para subir al barrio de San Vicente y contemplar el ambiente festivo, mientras el p. Pascual recogía en Sestao catorce raciones de un pulpo “a feria” excelente que había encargado a una pulpería de amigos suyos que causó sensación durante la comida que se celebró a continuación, en un agradable espíritu festivo, al que se añadieron la familia colaboradora en Alemania del P. Rogelio, Rocío y Ralph; don Jesús, sacerdote diocesano de Barakaldo; y el P. Luis Laborda, ausente en la reunión por atender a importantísimas reuniones de Cáritas.
En fin, un día agradable y lleno de alegría y de experiencia compartida, que acabó con las amenizadas canciones del P. Erramun y de las jotas del hermano Hervás, regadas todas ellas por buenos licores que elevaban, más si cabía, el estupendo ambiente reinante.
Joaquín Estapé García C.M.
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