Honduras: Consecuencias del terremoto del 28/05 (5ª Parte)
IV.-Nuestro proyecto: Consolidad
Nuestra Misión, atendidas ya las necesidades primarias de las personas y de las familias, necesita rehabilitar las infraestructuras dañadas, de modo que todas las actividades pastorales y de promoción social puedan desarrollarse con normalidad.
Hecha la evaluación de los daños y elaborados los estudios técnicos correspondientes, las acciones que debemos emprender en los últimos meses del año 2009 son las siguientes:
Nuestra Misión ha podido recuperar de la Compañía de Seguros una cantidad, ciertamente significativa para la economía del país (43.200,00 Euros), pero insuficiente para hacer frente a todos los daños ocasionados por el terremoto.
Nuestra Misión ha planteado una campaña de responsabilización y compromiso de las comunidades eclesiales para hacer frente a los daños en las infraestructuras que sirven a dichas comunidades. Y está promoviendo una campaña para que cada una de las comunidades eclesiales pueda aportar una plancha para el nuevo tejado del Templo parroquial (hasta 39.355,00 Euros).
Nuestra Misión se ve obligada a recurrir a la colaboración de quienes conocen la labor que realizamos en Honduras para solicitarles, con toda sencillez, el apoyo económico que nos permita rehacer las estructuras pastorales y de promoción social dañadas.
Las peticiones que hemos dirigido a organizaciones de cooperación han sido denegadas porque lo que necesitamos no es “necesidad primaria”, o porque “no trabajan con proyectos de reconstrucciòn”, o porque “no se trata de una catástrofe clasificada como emergencia” o porque trabajan “con proyectos de transformaciòn y no de mantenimiento”.
El hecho de que estaba a punto de celebrarse en Honduras un encuentro internacional de países americanos en los días siguientes, hizo que los medios nacionales y, sobre todo, los medios internacionales silenciaran el hecho mismo del terremoto y sus consecuencias con el fin de que no cundiera el pánico y pusiera en peligro la celebración de la cumbre.
Los acontecimientos políticos vividos después en Honduras han desviado la atención, nacional e internacional, hacia un solo tema (quién es el presidente legítimo de Honduras) y hacia un solo punto geográfico (Tegucigalpa) y han condenado al olvido el hecho mismo del terremoto y sus consecuencias en un lugar concreto del país, Puerto Cortés.
Mientras la organización COVIDE-AMVE tramitaba en España la posible financiación de un nuevo edificio para el Hogar de Niños, necesario para la separación de fases y procesos formativos, el terremoto nos arrebataba el Hogar de Niños San Ramón, teniendo ahora que pensar, no en uno, sino en dos nuevos edificios.
Nuestra Misión se dirige hoy a usted en la esperanza de contar con su ayuda, al tiempo que se compromete a trasladarle cuanta información complementaria crea conveniente, ahora o en los próximos meses, sobre el progreso de las labores de reconstrucción de nuestras infraestructuras.
Hemos llamado a este Proyecto: Consolidad.
Consolidar
Resulta relativamente fácil apoyar proyectos (así nos lo han dado a entender algunas organizaciones a las que nos hemos dirigido) cuando vemos impresionados las calles rasgadas, los puentes truncados, o a familias enteras reunidas en improvisadas tiendas de campaña. Pero necesitamos consolidar cuando han quedado atrás los efectos más llamativos del terremoto, cuando los medios de comunicación han dejado de sobrecogernos con las cifras y las imágenes de la destrucción.
Consolidar es la larga tarea de la reconstrucción. Tarea larga, porque es laborioso rehacer lo que se había amasado durante años. Tarea larga, porque no queremos sólo aliviar los efectos del terremoto, sino (lo que es mucho más importante) reconstruir las propias personas y las familias y comunidades afectadas, para que puedan superar la herida traumática del destrozo y emprender con renovada esperanza su Misión evangelizadora.
Con Solidaridad
La reconstrucción puede ser una gran oportunidad para la solidaridad. Así lo estamos planteando en nuestra Misión, invitando a unir nuestras manos todos (las personas y las instituciones, los católicos y los miembros de otras comunidades, los de la ciudad y los de las aldeas; en Puerto Cortés y desde los departamentos de Honduras). Y desde esta perspectiva nos dirigimos a ustedes, con quienes compartimos la responsabilidad de la Misión y el gozo de la fraternidad. La reconstrucción sólo será posible con la solidaridad de todos, en Puerto Cortés y en Honduras. Y de todos los que desde las comunidades de Europa y de América, asociaciones de voluntariado y organizaciones privadas y públicas, todos cuantos sentimos Honduras en el corazón, queramos seguir apoyando su camino de humanidad y fraternidad.
Con
Contamos con usted. Si alcanzamos a implicar a personas y asociaciones de modo que podamos participar con entusiasmo generando una gran corriente de solidaridad, podremos algún día no lejano descubrir que el terremoto y sus efectos fue también, no sólo una catástrofe, sino sobre todo una oportunidad para la solidaridad.
CONSOLIDAR, CON SOLIDARIDAD, este es nuestro Proyecto CON ustedes: CONSOLIDAD.
Muchas gracias por su atención y por su apoyo.
Congregación de la Misión
Provincia de Zaragoza
Misión de Puerto Cortés (Honduras)
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