Jubileo 400 CM – Triduo en París’25
JUBILEO 400
Congregación de la Misión
PARÍS 27 de abril – 1 de mayo de 2025
Ha sido un largo camino de preparación de dos años, desde aquel 25 de abril de 2023, en el que el Superior General de la Congregación de la Misión P. Tomaž Mavrič, nos encaminó hacia el IV CENTENARIO DE LA CONGREGACIÓN DE LA MISIÓN (17 de abril de 2025), y cuyo lema elegido fue: “Revestíos del Espíritu de Jesucristo”.
Y así, misioneros de todo el mundo fuimos llegando a París el 27 de abril de 2025.
27 abril 2025. Jornada previa para Arzobispos y Obispos, miembros de la Congregación de la Misión.
Al comienzo del día, la Celebración Eucarística fue presidida por Su Exc. Mons. Vicente Nácher Tatay CM, Arzobispo Metropolitano de Tegucigalpa (Honduras). Recordamos algunos pasajes de su homilía: En esta Eucaristía que celebramos «ocho días» después del anuncio de la Pascua, el Evangelio hace referencia dos veces a las heridas de Jesús que devuelven la fe a Tomás. Estas heridas revelan la continuidad glorificada de la condición humana de Jesús que seguimos reconociendo en los pobres. Nosotros, hijos de San Vicente de Paúl, tocamos las heridas del mundo con profundo respeto, para poner en ellas un bálsamo de esperanza… dejémonos interpelar por los pobres y sus sufrimientos; anunciemos el Evangelio incluso en los lugares más lejanos; preocupémonos de manera concreta y fraterna por los sacerdotes; administremos bien nuestros recursos… ¿no es esto lo que nos enseñó nuestro Santo Padre Vicente?
Durante la mañana, hubo dos ponencias: la primera a cargo del P. Andrés Motto CM sobre el tema San Vicente y los obispos. A la luz de la experiencia pastoral de San Vicente y de la antología de textos vicencianos, el P. Motto delineó las cualidades –virtudes– de un obispo: centrado en Cristo, enamorado de la Iglesia, hombre de caridad pastoral, prudente, sencillo, amable, celoso. También destacó los vicios de los que un obispo debe alejarse: ambición, ira, apego al dinero…
La segunda ponencia, con el tema La Misión de la Iglesia hoy, fue confiada a Su Exc. Mons. Joseph Dore, Arzobispo emérito de Estrasburgo. En su reflexión, el Arzobispo subrayó cómo la Iglesia está llamada a comprenderse, organizarse, comportarse y vivir como “el pueblo de los creyentes” y a vivir con seriedad su vocación de reunirse constituyendo una “comunidad”. Luego miró al presente y al futuro de la Iglesia en el mundo partiendo de una afirmación de J. Ratzinger: “No se puede excluir que estemos a las puertas de una nueva época, constituida de forma completamente distinta, en la historia de la Iglesia, en la que el cristianismo existirá más bien bajo el signo del grano de mostaza, en pequeños grupos que parecen poco importantes, pero que viven intensamente para luchar contra el Mal y para implantar el Bien en el mundo, que abren la puerta a Dios”.
La jornada concluyó con la visita y la celebración de Vísperas en la Catedral de Notre-Dame.
Primer Día del Triduo. 28 abril 2025. -Jornada de oración agradecida-
Por la mañana, celebramos la Eucaristía en la Capilla de la Rue du Bac, lugar de las apariciones de la Virgen María a Catalina Labouré en 1830. Dimos gracias a Dios por las innumerables bendiciones y gracias concedidas a la “Pequeña Compañía” desde su fundación hasta hoy. En su homilía, el Superior General padre Tomaž Mavrič nos exhortó a imitar a la primera comunidad cristiana, que era un solo corazón y una sola alma, y entre ellos no había necesitados porque compartían sus bienes. Nos invitó a entregarnos libremente, nuestro tiempo, nuestros talentos y nuestros recursos económicos, para socorrer a los pobres. De esta manera, continuamos la misión de Cristo en la tierra y así podemos ser felices cuidando de los pobres.
Al término de la celebración, en procesión, con el relicario que contiene el corazón de San Vicente, llegamos a la Casa Madre de los Misioneros Vicencianos en la Rue de Sèvres.
San Vicente de Paúl, hablando de las reliquias, decía a sus Misioneros: “Nos dispondremos a recibir estas santas reliquias, como si los mismos santos, de quienes son las reliquias, nos hicieran el honor de venir a visitarnos; honraremos así a Dios en los santos, y le suplicaremos que nos haga partícipes de las gracias que ha derramado tan abundantemente en sus almas”. Durante el día, las Conferencias de los Visitadores se turnaron en la Capilla para la oración.
Por la noche asistimos a una bellísima obra de teatro sobre la vida de San Vicente a cargo de un grupo de jóvenes de Calcuta – India.
Segundo Día del Triduo. 29 abril 2025. – Jornada de peregrinación–
La jornada fue dedicada a la peregrinación a Gannes (lugar donde San Vicente confesó al campesino pobre) y Folleville (lugar donde el 25 de enero de 1617 San Vicente pronunció el primer sermón de la Misión, sobre la confesión general).
Presidió la celebración Eucarística el P. Gregory Gay CM. En su homilía, el P. Gregory nos exhortó a “ir”, a salir de nuestra zona de confort para ir a las periferias de nuestro mundo, a las personas más necesitadas de amor, de compasión; a salir para estar del lado de los empobrecidos y de las víctimas del abuso de poder… ¡somos una comunidad para la misión!
En Folleville, lugar de la misión y de la misericordia, por la tarde celebramos el Rito de la Penitencia presidido por el P. Frédéric Pellefigue, Visitador de la Provincia de Francia.
Tercer Día del Triduo. 30 abril 2025. –Jornada de formación–
Después de la celebración de Laudes matutinas, en el Auditorio de la Casa Madre de las Hijas de la Caridad, se llevó a cabo la ponencia del P. Robert Maloney CM con el tema: Revitalizar el carisma de la Congregación de la Misión. Nos propuso cinco desafíos: abrir nuevas misiones ad gentes, ayudar y formar al clero diocesano, formar a los miembros de la Congregación y sobre todo a los formadores, promover el Proyecto “Alianza de la Familia Vicenciana con las personas sin hogar (13 casas)”, colaborar estrechamente con los diversos ramos de la Familia Vicenciana, desarrollar una espiritualidad activa y profundamente orante, tener una “prudencia necesaria”.
La segunda parte de la mañana se dedicó a una mesa redonda moderada por el Asistente General P. Nélio Pereira Pita, con la participación de 5 cohermanos representantes de las cinco Conferencias continentales de los Visitadores: Estados Unidos (NVC), América Latina (CLAPVI), Europa (CEVIM), África y Madagascar (COVIAM), Asia-Pacífico (APVC).
Por la tarde, continuó la formación con la ponencia del P. Corpus J. Delgado Rubio CM sobre el tema: La Misión de la Congregación de la Misión al inicio de su quinto siglo de vida. El ponente destacó cinco aspectos de nuestra Misión en la Iglesia de hoy: 1. Perseverar en la continuación de la misión de Jesús. 2. La prioridad del primer anuncio y la alegría del encuentro con Jesucristo. 3. Desarrollar y profundizar la sinodalidad como miembros del pueblo de Dios. 4. Ir más allá en el servicio de Cristo en los pobres y mostrar nuestra cercanía a los necesitados y abandonados en las periferias del mundo y en los márgenes de una cultura superficial del usar y tirar. 5. Celebrar en la Eucaristía la presencia de Jesucristo que se nos da: amor para amar.
La jornada concluyó con la solemne concelebración Eucarística, presidida por el Visitador de Francia P. Frédéric Pellefigue, en la Capilla de San Vicente en Rue de Sèvres. En su homilía, el P. Frédéric nos exhortó a redescubrir nuestro vínculo con Cristo, que es la fuente viva de la espiritualidad vicenciana, el corazón mismo de nuestra fe, a anunciar a Cristo a nuestros hermanos y a todos aquellos a quienes estamos llamados.
1 mayo 2025. Jornada de celebración y clausura.
En la Iglesia de San Eustaquio, con la presencia de numerosos fieles y de la Familia Vicenciana de Francia, el Obispo Auxiliar de París, Mons. Emmanuel Tois, presidió la solemne concelebración eucarística que concluyó las celebraciones parisinas del IV Centenario de la Fundación de la
Congregación de la Misión, fundada por San Vicente de Paúl en 1625. En su homilía nos invitó a vivir nuestra misión en este tiempo en el que la esperanza es necesaria, prolongando la misión de Cristo, de los discípulos, de San Vicente de Paúl. La bondad de Dios –dijo el Obispo– nos da la fuerza para comenzar de nuevo con la conciencia de que Él es el “acontecimiento” que debemos anunciar.
El P. Tomaž Mavrič anunció que una etapa adicional de nuestras celebraciones jubilares será en Roma, del 14 al 16 de noviembre de 2025, con ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres, cuando el Santo Padre bendecirá y entregará las 13 llaves de las 13 casas a 13 familias procedentes de distintos países.
Como signo concreto de caridad, la Congregación de la Misión, el domingo 16 de noviembre de 2025, ofrecerá un almuerzo a 1.300 hermanos pobres. El Santo Padre estará presente en el almuerzo. Los Misioneros Vicencianos estarán encargados del servicio en las mesas, junto con una representación de la Familia Vicenciana de Italia que, al finalizar el almuerzo, ofrecerá a los pobres “la mochila de San Vicente” con alimentos y productos de higiene. De este modo, daremos testimonio no solo con nuestros recursos económicos, sino también con nuestra presencia y servicio, de nuestro compromiso con los pobres. La invitación a participar fue dirigida a todos los Visitadores del mundo.
Durante estos días no faltaron el recuerdo y la oración por el Papa Francisco, fallecido el 21 de abril de 2025. Recordamos que en diciembre de 2024, el Papa Francisco había enviado al P. Tomaž Mavrič un mensaje con motivo del IV Centenario de la Fundación de la Congregación de la Misión, expresando su cercanía a la Familia Vicenciana y el deseo de que este Aniversario sea una ocasión para un renovado impulso misionero: “Rezaré para que este significativo aniversario sea ocasión de gran alegría y de renovada fidelidad a la concepción del discipulado misionero, fundado en la imitación del amor preferencial de Cristo por los pobres”. El P. Tomaž Mavrič subrayó que la Congregación de la Misión “vive la herencia del Papa Francisco con profunda gratitud y renovado compromiso. Su vida y su ministerio son para nosotros fuente constante de inspiración”.
(Este artículo es un extracto del completo, redactado por la Oficina de Comunicación de la Congregación de la Misión)





















































San Vicente de Paúl (de ahí el nombre de “misioneros paúles”), a pesar de las comprensibles limitaciones propias del tiempo en el que le tocó vivir (siglo XVII), tuvo un gran aprecio por la comunicación: llegó a escribir más de treinta mil cartas (alguna llegó a su destinatario varios meses después de su muerte). 


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