Experiencia en el Camino de Santiago
Camino de Santiago
Un camino de encuentros, de búsquedas y respuestas
Dios nunca deja de sorprendernos e inspira experiencias que con audacia y dejando que sea el Espíritu quien las conduzca, se van haciendo realidad como Él quiere. Con esta confianza, se fue gestando este sueño que este verano se ha hecho realidad: vivir la experiencia del Camino de Santiago como una experiencia comunitaria de fraternidad y fe compartida que nos iguala a todos como hermanos: jóvenes, profesionales que trabajan en colaboración con nosotros; personas acompañadas en nuestros proyectos de acción social, Misioneros Paúles e Hijas de la Caridad. Una experiencia en la que juntos nos apoyemos, nos animemos, pongamos en juego lo mejor que llevamos dentro, lo compartamos y de esta manera experimentemos que mi hermano, con quien camino en la vida, es alguien importante con quien puedo contar, del que tengo mucho que aprender y con quien puedo construir Reino cada día.
De esta manera un grupo de ocho personas (aquellas que Dios ha querido convocar y han respondido) hemos podido vivir esta experiencia en agosto caminando desde Sarria a Santiago de Compostela. Entre los participantes nos faltó la presencia de algún o algunos jóvenes que a pesar de la difusión de la invitación no llegaron a responder pero en manos de Dios lo dejamos en su momento con la confianza de que es Él quien lleva nuestras vidas y proyectos.
Nada mejor que traer aquí los testimonios de los participantes para compartir la profundidad de esta vivencia que sin duda nos ha llevado a todos a unirnos más a Dios, a gozar de la fraternidad y a sentir un impulso fuerte en nuestra vida y vocación para seguir avanzando en el Camino de nuestra vida más ligeros de equipaje, y más seguros de que no caminamos nunca solos.
“El camino para mí ha sido inolvidable, me ha hecho conocerme a mí mismo y me ha hecho crecer como persona. Ya no soy el mismo que antes de ir al camino, este me ha enseñado que en la vida del día a día no ando solo, también he tenido una experiencia de Dios que me ha hecho acercarme más a Él, he conectado más con la naturaleza que es maravillosa, he conocido a buenas personas y he experimentado que todos somos hermanos y hermanas.
Durante el camino hay días buenos y malos, alegres y tristes, hay cansancio y fortaleza y si miras a tu alrededor sientes la fuerza de la fraternidad para seguir hacia delante.
He tenido tiempo para poder hablar conmigo mismo y con Dios, he sentido el perdón de Dios y he podido perdonarme a mí todo lo que he hecho y he ofendido, también ha crecido el deseo de búsqueda de Dios y para ello quiero hablar más con Él.
Ahora todo es posible.”
Musah Sailly,natural de Ghana. Proyecto: Obra Social Santa Lluïsa de Marillac de Barcelona.
“Este camino compartido con personas de diferentes proyectos de las Hijas de la Caridad, me ha fortalecido en la vocación y en la misión al descubrir que hay esperanza en que las personas que sufren se encuentren con el Dios vivo y misericordioso por medio de personas que entregan su vida al servicio de Cristo en los pobres, y que en el trabajo desde la paciencia, el silencio y el cariño hay una buena semilla y un buen cuidado que en algunos casos llega a buen término. De todas las personas que fueron al camino he podido aprender de su dura experiencia de vida, de su superación y de su entrega a los demás después de haber descubierto el amor de Dios.
También ha sido un grupo muy sano, donde hemos podido compartir risas, oraciones, sentimientos y camino. Ha sido una experiencia enriquecedora de trabajo conjunto junto a las Hijas de la Caridad de la provincia de España Este. A las Hermanas y a mi comunidad les doy las gracias por haberme permitido esta oportunidad de compartir vida, camino y misión de una manera diferente pero muy enriquecedora. Muchas gracias y hasta la próxima si se tercia”
Josico Cañavate CM, natural de Murcia. Comunidad que la Congregación de la Misión de Albacete.
“Cuando me dijeron que si quería ir lo que pensé en el momento fue: pero no tengo lo que cuesta y lo necesario para ir pues en la situación económica y social que estoy en este país no podría. Y había escuchado hablar del camino pero lo veía muy lejos, y me dijo una Hija de la Caridad: es posible Luz, y me llene de ilusión y alegría sabiendo que conocía personas que se interesan por ti, sin importar tu raza, tu nacionalidad, tu edad, tus creencias.
Esa noche antes de salir hacia Sarria donde empezaba mi camino a Santiago no pude dormir pues estaba ansiosa por conocer todo eso de los peregrinos del camino y empezó mi aventura con personas maravillosas. Con cansancio cada día era un reto y una meta por cumplir y convivimos ocho personas de diferente pensamiento, costumbre y pasamos momentos especiales no siempre nos pusimos de acuerdo pero todos sabíamos ceder, esperar, valorar, sonreír, abrazar, ser prudentes. Con un mismo sentir de llegar a Santiago de Compostela y muchos sellos en la credencial para recibir la hoja o certificación de haberlo logrado. LO LOGRAMOS. Hemos ganado muchos amigos y podemos contar con ellos. Muchas gracias a todos los que hicieron posible todo”
Luz Dary Solarte, natural de Colombia. Proyecto: Comedor Social del Burlada
“Haber hecho el camino de Santiago me ha dejado como enseñanza de que si tienes un sueño y crees en él, corres el riesgo de que se convierta en realidad.
«No lo digo porque tengo escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4,11-13)”
Alex Morales,natural de Colombia. Proyecto: Centro Ocupacional y Comedor social de Cáritas de Burlada
“El Señor irá delante de ti; El estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te acobardes”. Dt 31,8
Escribir cual ha sido mi experiencia durante estos días, en los que hemos realizado el Camino de Santiago, no es sencillo resumirlo en unas pocas líneas. La situación que me llevo a ir no fue fácil, pero de lo contrario, si me sentí muy agradecida de poder participar de la experiencia.
El camino en si ya es toda una oportunidad de experiencias, tanto físicas, mentales, como espirituales. Fui abierta a vivir y dispuesta a experimentar todo lo que él me proporcionara. Pero el hecho de compartir en fraternidad con personas que acompañamos en los diferentes servicios, cada uno en su momento de vida y algún compañero de servicio, ha sido un gran regalo. Vivir todos como hermanos, dando cada uno lo mejor de sí, viendo como Dios ha ido actuando en cada uno de nosotros y de nuestra historia, es algo que me impulsa en mi vocación
Cada mañana daba gracias a Dios por la oportunidad de vivir esta experiencia un día más; por cada una de las personas con las que compartía. Podríamos haber sido más, otros, diferentes… pero el Señor nos puso a nosotros, cada uno con nuestras realidades, cada uno con nuestra mochila, cada uno haciendo su proceso de vida; por la naturaleza que nos rodeaba y por poder profundizar cada vez más en mi ser mujer e Hija de la Caridad.
Las experiencias vividas, las anécdotas, las palabras compartidas, las risas derrochadas, los ánimos recibidos, han sido muchos que no cabrían en este artículo, pero sí quedan dentro de nuestros corazones que cada día se van abriendo más a las dimensiones del de Cristo.
Sor Mª del Mar Sanchis, natural de Valencia. Destino:Comunidad Obra Social Santa Lluïsa de Marillac
“Lo primero dar las gracias a todas aquellas personas que han hecho posible esta peregrinación a Santiago de Compostela. Sor Marisa, Sor M. del Mar, Padre José, Sr Iñaqui y demás personas que no tengo el placer de conocer. También se merecen un fuerte aplauso los maravillosos compañeros de viaje. Colombia, Alex y Luz. Ghana, Musah por su entrega, su constancia y su fuerza. Y yo de Sagunto Valencia.
A mí personalmente me ha servido y mucho el ponerme a prueba en lo físico, (rótula rota, tibia y peroné con fractura abierta, etc.) Y en lo mental me reafirma como un servidor más de Dios ya que en las etapas duras se me han hecho sencillas y agradables. El poder orar caminando ayuda, y mucho.
Mi valoración personal es un 10 rotundo.
Las etapas han estado muy bien distribuidas ya que hemos tenido el tiempo suficiente para hacerlas y llegar a los albergues a una buena hora para asearnos, comer, descansar y celebrar la Eucaristía antes de cenar. Por todo ello ha merecido la pena esta pequeña aventura y experiencia. Volveré seguro si Dios me lo permite.
Para futuras peregrinaciones me gustaría que se pudiese disponer de un vehículo para que pueda participar más gente que no pueda transportar la mochila con mucho peso pero sí caminar. Opino que habría más personas que tendrían la posibilidad de vivir esta experiencia tan fantástica. También sugiero que se haga una ruta diferente que la de este año del 2019 para ver Iglesias, paisajes y pueblos diferentes.
Por último volver a dar las gracias a Las Hijas de la Caridad, Padres Paules y a Cáritas por el placer de haber abierto más mi corazón hacia el prójimo y a continuar El Camino lo más recto y servicial para agradar al Señor.”
Sergio Cuenca, natural de Sagunto. Proyecto: Obra social Marillac de Castellón y Cáritas de Castellón.
“Era la primera vez que lo hacía en grupo, tengo bastantes más años que el siguiente pero la ventaja de estar en buena forma. No era un reto físico, más bien era adaptarme al objetivo de hacer un camino espiritual y comunitario.
Y ha merecido la pena.
Caminar juntos, ver experiencias juntos, tener la eucaristía diaria, seguir un guión todos para al final del día compartir con los otros las reflexiones, las sensaciones, el camino interior, ir descubriendo como el camino nos acerca a Santiago, pero lo que de verdad merece la pena, es el camino del después, el camino de la vida.
Y este camino realizado nos ha enseñado algunas cosas. La importancia de cada una de las personas, a mirar al otro con amor, todos somos necesarios, somos porque los otros son, llegamos a Santiago todos juntos y agarrados de la mano nos ofrecemos al Santo para comenzar ese otro camino.
Todas estas enseñanzas y muchas más estarán ahí con nosotros en ese nuevo caminar que la vida nos depare. Pero no estaremos solos. No estamos solos. Somos parte de algo grande, de algo hermoso que nos ha puesto aquí al igual que nos puso el camino para que aportemos nuestra parte.
Seguiremos caminando, pero esta vez, en el Camino de la Vida.” Gracias por haberme invitado
Iñaki Rey, natural de Pamplona. Proyecto:Responsable del comedor social de Burlada
Agradecidos a Dios y a la Compañía de las Hijas de la Caridad, por haber tenido el regalo de vivir esta experiencia que ha dejado una huella profunda en nuestro corazón, no podemos dejar de compartirla y de trasmitir que experiencias de encuentro humano y espiritual como esta son necesarias para que podamos descubrirnos entre nosotros como auténticos hermanos que nos necesitamos para avanzar juntos hacia Dios.
¡Ojala otros años esta experiencia pueda seguir ofreciéndose a muchos otros a los que pueda ayudarles en su proceso de vida igual o más como lo ha sido con cada uno de nosotros!
Sor Marisa Pérez. Comunidad Residencia Santa María de Burlada.
Josico Cañavate, C.M.
Impresionante