Jornadas de pastoral – Kristau Eskola – Bizkaia
Educar para la ciudad
El viernes, 20 de abril, varios miembros del equipo de animación pastoral del colegio San Vicente de Paul, de Barakaldo, asistimos a las Jornadas de pastoral, en Bilbao, organizado por Kristau Eskola, junto con Escuelas Católicas.
Bajo el lema “Hecho en casa”, se trata de unas ponencias muy interesantes de pastoral con la familia y en familia, como bien nos recuerdan.
Este año hemos podido escuchar cuatro ponencias que nos han ayudado a abrir la mente hacia realidades pastorales actuales, para poder trasladarlo a nuestros respectivos Centros Educativos.
La primera ponencia sobre La conversión ecológica de las escuelas católicas, por Luis Aranguren Gonzalo, profesor del instituto Pastoral de Madrid y con un amplio curriculum como formador, escritor, consultor y conferenciante.
En ella nos hablaba sobre la conversión ecológica como programa educativo, teniendo siempre en la base, la encíclica del Papa Francisco Laudato Si.
Estuvo centrada en el cuidado, como nuevo nombre de la solidaridad, nuevo nombre de Dios. “El saber cuidar”, como un aprendizaje básico: 1) cuidado de uno mismo, 2) cuidado de los demás, 3) cuidado del planeta.
Luis Aranguren nos citaba como la civilización del cuidado: todos al nacer, nacemos con una caricia. En nuestros primeros años de vida, seguimos necesitando caricias para una adecuada formación afectiva. Nos desarrollamos plenamente como personas adultas, cuando recibimos y podemos dar cariño.
Finalmente, nos relataba su experiencia cercana con la muerte de su madre, de poder acariciar su mano durante su despedida. Un ejemplo hermoso, un circulo que se cierra, un poder devolver el cariño de una madre hacia su hijo y viceversa.
Una parte fundamental de ser una civilización que cuida de lo vivo es nuestra opción por los pobres, por los necesitados. Parte básica dentro de nuestro carisma vicenciano y que todos, desde nuestros diferentes trabajos tenemos que llevar a cabo: en misiones, parroquias, colegios…poner nuestro empeño en el cuidado de los más pobres.
En este punto, nos habló del saber conversar, como una forma importante de cuidar a los demás. Un buen educador, es un buen conversador, y nos hacía cuestionarnos: ¿cómo son nuestras conversaciones?
Por último, el cuidado del planeta: tenemos que cuidar del planeta, somos parte de la trama de la vida, no sus dueños.
Poder ser conscientes de la destrucción del planeta, poner en peso nuestra huella ecológica y poder comprometernos en dejar ir lo prescindible, para así, poder educar en el consumo responsable.
La Naturaleza no nos necesita, pero nosotros necesitamos a la Naturaleza.
Todos estamos llamado a una conversión ecológica, a redescubrir el papel tan importante que tenemos como hijos de Dios y corresponsables en la creación. Recordar la importancia del amor, sentirnos amados por Dios, para poder amar a los demás, amar los más pobres.
¿Amando cuidamos o cuidando amamos? Amar y cuidar.
Educar para cuidar.
Begoña Gorostiaga.
Colegio SVP-BARAKALDO
Coordinadora de pastoral
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