Proyecto Provincial 1980

mso92DF1PROYECTO PROVINCIAL

Zaragoza, Octubre de 1980

1.- RAZÓN DE SER DEL PROYECTO PROVINCIAL

1.1. Elaborar el Proyecto Provincial, de acuerdo con las Normas Provinciales, y con el consentimiento del Consejo es una de las obligaciones que las Constituciones imponen al Visitador (Const. N. 189, 3 -Tex.80).

1.2. En realidad, nuestro Proyecto Provincial, sin haberse escrito, ha venido enmarcado en las líneas generales de acción indicadas en nuestras Normas Provinciales, y revisadas en cada una de nuestras Asambleas. Cada uno de los visitadores ha venido orientando el gobierno de la Provincia, en conformidad con estas Normas Provinciales, y habida cuenta, en cada caso, de la circunstancia concreta de lugar y tiempo. El Proyecto Provincial ha venido siendo, pues, la puesta en práctica de las directrices aprobadas en cada Asamblea Provincial.

1.3. Nuestra última Asamblea Provincial (27-31, agosto, 79), no quiso fijar unas normas precisas, pero nombró una comisión que escribiera un Comunicado a la Provincia sobre el sentir de la Asamblea acerca de nuestra vida y acción misionera. Este Comunicado a la Provincia se publicó en septiembre de 1979.

1.4. A un año de la celebración de nuestra última Asamblea y de la publicación de dicho Comunicado a la Provincia, parece conveniente que analicemos si sus líneas generales de urgencia vicenciana se van haciendo realidad en nuestras vidas. Tendremos así oportunidad de revisar nuestro Proyecto Provincial y de evaluar la realización del mismo.

2.- LÍNEAS BÁSICAS DEL PROYECTO PROVINCIAL

2.1. Vida de Comunidad: desde la insistencia de la Asamblea en robustecer el sentido comunitario de nuestra vida y de nuestro quehacer misionero, el Proyecto Provincial intenta:

2.1.1. La inserción real de todos y cada uno de los misioneros de la Provincia en una comunidad, eliminando situaciones desde las que resulta prácticamente imposible esta inserción comunitaria.

2.1.2. La urgencia a todas las comunidades para que programen su acción pastoral, su vida de oración, y su propia convivencia vicenciana, como mandan nuestras Constituciones y nuestras Normas Provinciales, y lo sometan al conocimiento y consideración del Consejo Provincial, al comienzo del curso.

2.1.3. La planificación, a nivel provincial, de encuentros para Ejercicios Espirituales y para una comunicación de vida y experiencias.

2.1.4. La exigencia a los que, por distintas razones, aprobadas, tienen que vivir fuera de la comunidad, del cumplimiento de sus obligaciones de comunicar y compartir con los demás en la casa a la que están adscritos, conforme al n. 100 de las Constituciones (Tex. 80).

2.1.5. La presentación anual de los presupuestos de cada casa y de cada obra, así como la relación de cuentas a fin de año, junto con la entrega de la asignación correspondiente a la Procura Provincial.

2.1.6. La planificación de las vacaciones, con la información al Visitador sobre las necesidades de cada casa en ese tiempo, así como sobre la disponibilidad de los individuos.

2.2. Acción Misionera:  aunque inseparablemente unida a nuestra vida, para ella en concreto, nuestra última Asamblea Provincial marcó unas líneas de orientación con el fin de lograr una alternativa a las misiones populares que durante tanto tiempo fueron el distintivo específico de nuestro quehacer apostólico. En esta línea, el Proyecto Provincial señala estos objetivos:

2.2.1. Elaboración, y consiguiente experimentación en nuestras parroquias, de un plan de evangelización, con objetivos y métodos característicos de nuestro ser misionero.

2.2.2 Mantenimiento de las parroquias que atendemos en zonas de emigración, v.g. USA, así como de los individuos que trabajan en parroquias ajenas, bien que, en este caso, recuperando su vida comunitaria.

2.2.3. Presencia y acción comunitaria y misionera de la Provincia en zonas rurales, hasta alcanzar los objetivos de nuestro plan de evangelización.

2.2.4. Mantenimiento, pero sin ampliación de la acción parroquial que desarrollamos en zonas urbanas.

2.2.5. Posibilidad de prestación ocasional de binas de misioneros para una evangelización por breve tiempo.

2.2.6. Intensificación de la comunicación de conocimientos y experiencias en orden a revisar y enriquecer nuestro plan pastoral.

2.3. Ministerio con las Hijas de la Caridad: en línea con el pensamiento de San Vicente, creemos que la atención espiritual a las Hermanas es un ministerio de la Comunidad, aunque no todos sus miembros se dediquen a él. En este punto, el Proyecto Provincial se limita a estos tres objetivos, a tono con el sentir de la Asamblea Provincial.

2.3.1. Recuperar, también en este ministerio, el sentido comunitario, en cuanto que a él nos apliquemos, al menos con el conocimiento del superior, y evitando situaciones en las que algunos individuos se ven imposibilitados para la participación comunitaria, por compromisos individuales contraídos sin referencia alguna a la planificación comunitaria.

3.3.2. Preocupación por mantener una intercomunicación entre los que de algún modo atienden espiritualmente a las Hermanas, en orden a una coordinación, siempre mayor.

2.3.3. Prestar atención, también a una apostolado en colaboración con las Hermanas, sea en parroquia, vocaciones, juventudes, etc…

2.4. Pastoral Juvenil y Vocacional: la Asamblea Provincial, que reconoció la importancia de esta acción, no quiso concretar un plan en este campo, aunque urgió su ulterior elaboración sobre las bases de las experiencias ya realizadas. El Proyecto Provincial señala a este respecto.

2.4.1. Atención pastoral a los centros que mantiene la Provincia al servicio de la educación de la adolescencia y juventud: Baracaldo, Pamplona, Las Palmas.

2.4.2. Intensificación de la pastoral juvenil en los centros de acogida y promoción, como Pamplona, Teruel, Casablanca y Las Arenas.

2.4.3. Inserción gradual, pero real, de nuestros formandos en la vida y en la acción misionera de la Provincia.

2.4.4. Mantenimiento de la experiencia de Murguía y de otras actividades de programación más libre, al servicio de la juventud. Estudio de la posibilidad de una mayor coordinación en la programación, realización y empleo de medios.

3.- REVISIÓN Y EVALUACIÓN DEL PROYECTO PROVINCIAL

Lejos de señalar culpabilidades ni reconocimientos, la revisión pretende tan sólo apuntar hechos y deficiencias, esperando que cada uno se anote la parte de responsabilidad con que ha intervenido en ellos. La revisión comprende el periodo de septiembre de 1979 a septiembre de 1980.

3.1. Vida de Comunidad:

3.1.1. Fuera de los que, a partir de un permiso del P. Superior General, viven una situación especial, tan sólo dos miembros de la Provincia vivirán desconectados de un plan comunitario. Cinco más viven su ministerio desde su adscripción a una casa, con unas relaciones frecuentes y ordenadas con la comunidad a la que están adscritos.

3.1.2. Todas las comunidades presentaron su plan comunitario a la consideración del Consejo Provincial. Todavía sería de desear un esfuerzo para que se hiciera antes, no al comienzo mismo del curso.

3.1.3. No se preparó ningún encuentro de carácter provincial. Se intentó hacerlo para los Ejercicios Espirituales, pero habiendo encargado a los superiores que, de acuerdo con los miembros de su Comunidad, sugiriesen fechas, la respuesta fue prácticamente nula. Tan sólo los del Sureste se han reunido con cierta regularidad.

3.1.4. A cuantos durante el curso han vivido en régimen de adscripción a una casa, se les ha urgido el cumplimiento de sus obligaciones de comunicación y participación. La respuesta ha sido muy desigual.

3.1.5. La mayor parte de las cuentas llegaron con puntualidad, aunque hubo algunas rezagadas que se hicieron esperar hasta junio, no obstante la repetida insistencia del Ecónomo Provincial. No es raro encontrar algunas relaciones descuidadas hasta el punto de que las sumas no cuadren o los conceptos resulten imprecisos.

3.1.6. Apenas ha llegado a esta secretaría noticia alguna sobre la planificación de las vacaciones. Se sabe que en algunas casas ha habido dificultades, que algunos han prolongado las vacaciones más de lo señalado y que con otros no se ha podido contar para la planificación, porque han ido por “libres”.

3.2. Acción misionera

3.2.1. Casi no se ha hecho nada en cuanto a la elaboración del plan de evangelización. Los que, al parecer, pudieran estar más dispuestos, han preferido que este año fuera de tanteo y de experimentación.

3.2.2. La situación en cuanto al trabajo en zonas de emigrantes, sigue sin alteración alguna.

3.2.3. La Provincia, que tiene como zonas rurales de misión Albacete y Fuerteventura, no ha podido responder a la llamada de la diócesis de Pamplona, en este sentido, ni a una nueva llamada de Fuerteventura.

3.2.4. También permanece inalterada nuestra presencia en las parroquias urbanas.

3.2.5. No ha habido, que se sepa, solicitud alguna para misiones, digamos de tipo tradicional.

3.2.6. La intercomunicación de conocimientos y experiencias, a nivel superior de la casa, ha quedado reducida a los encuentros del Sureste, por cierto con gran satisfacción de los participantes.

3.2.7. Aunque nada dijo nuestra Asamblea Provincial al respecto, pero de conformidad con nuestras Normas Provinciales (n.66, T. 74; n.6 de Act. Apost., T.77) y atendiendo a los deseos de los interesados, han sido destinados cuatro misioneros a Puerto Rico, dos a Perú y uno a Chile.

3.3. Ministerio con las Hijas de la Caridad

3.3.1. La planificación se ha mantenido en casi todas las casas a nivel de compromiso personal, adquirido de cara a las Hermanas o a los Directores, aún antes de toda planificación comunitaria. Hay, con todo, ejemplos de planificación zonal de retiros en la ría del Nervión.

3.3.2. La Comisión Mixta celebró, a primeros de noviembre pasado, un encuentro en Salamanca, orientado a lograr esa coordinación entre los que asisten espiritualmente a las Hermanas. La asistencia fue buena, aunque tal vez pudieran haberse aprovechado más misioneros. Las conferencias, base del diálogo, han sido editadas en CEME.

3.3.3. La colaboración con las Hermanas se está haciendo casi normal en lo que a pastoral juvenil, y sobre todo vocacional, se refiere.

3.4. Pastoral Juvenil y Vocacional

3.4.1. Cada vez se nos va haciendo más difícil hacer frente a las demandas de servicio que nos piden nuestros centros de educación, no sólo en el campo académico, sino incluso en el más directamente pastoral.

3.4.2. La Comunidad de Pamplona es consciente de su finalidad fundacional, al servicio de la promoción y cultivo de los gérmenes de vocación. Este año se abre una nueva sección en el Internado, para muchachos de BUP que muestren una opción más claramente vocacional. De momento asistirán a clase al Instituto. La sección contará con trece internos. Casablanca no contará con ningún estudiante. En Las Arenas, a los cuatro que ya han estudiado primero de Estudios Eclesiásticos y que han hecho su primera vinculación con la Congregación, se juntarán tres más.

3.4.3. La ubicación del Seminario Interno en la sierra de Albacete, obedece a la voluntad de que nuestros formandos se introduzcan, gradual pero realmente, en la vida y en la acción misionera de la Provincia.

3.4.4. Murguía no está adaptada a las exigencias de una pastoral juvenil. Y nos asusta meternos de lleno en una renovación de la casa para un ministerio que nos abre muchos interrogantes, sin posibilidad de respuesta hoy. Tan sólo hemos llegado a celebrar una primera reunión, de la que se informó en el Boletín Informativo 5/80, con vistas a trazar algunas líneas operativas en este campo.

4.- PROPOSICIONES DE ESPECIAL URGENCIA ESTE AÑO

A la luz de este examen y desde la permanencia de nuestra intención fundamental, expresada en  las líneas básicas de este proyecto, nos atrevemos a sugerir las siguientes líneas de acción:

4.1. Queremos mantenernos fieles a la recuperación de la vida de comunidad para todos los misioneros de la Provincia, de suerte que se reduzcan al mínimo necesario los casos de los que tienen que vivir solos y aun con estos se normalicen las comunicaciones comunitarias previstas en las Constituciones (C.n.100, T. 80).

4.2. De poco nos serviría estar juntos si no fuéramos capaces de planificar, ejecutar y revisar juntos nuestra acción apostólica. Es precisamente en ésta donde debe manifestarse la unidad testimonial de la Comunidad, sostenida por el Espíritu (C.n.32,3,T80).

4.2.1. A la luz del nuevo texto de las Constituciones, y desde la urgencia del espíritu de nuestra propios vocación vicenciana en el mundo de hoy, debiéramos ser capaces de elaborar en la vida práctica la fisonomía evangelizadora del paúl hoy, sin dejar que nuestra actividad pastoral se diluya en una serie de servicios inespecíficos que no obedecen al planteamiento de una comunidad vicenciana.

4.2.2. En modo alguno favorece la unidad de la comunidad que ha de expresarse en la acción (C.n.32,3, T.80) el reservarse tiempos o ministerios, al margen del planteamiento comunitario, que luego nos impiden participar en el mismo.

4.2.3. Partiendo del supuesto de que nuestras comunidades están ubicadas en zonas en las que es posible una abundante acción vicenciana, parece que la planificación comunitaria debiera atender preferentemente a este su propio campo de acción, ahorrándonos otros compromisos que nos exigen gastar muchas horas en viajes.

4.3. Es preciso que los que formamos una misma comunidad provincial, nos encontremos, siquiera de vez en cuando, para un mutuo rejuvenecimiento de nuestra ilusión y de nuestra esperanza. Este año tenemos que comprometernos a encontrarnos con otros paúles de nuestra Provincia en los Ejercicios Espirituales.

4.4. Nuestras comunidades viven en un contexto socio-económico, nacional y mundial, que impone austeridad a la mayor parte de nuestros semejantes. Debiéramos hacer un serio esfuerzo por reducir gastos innecesarios, v.g. en el uso abusivo del teléfono, en el recurso innecesario a vehículos y a viajes, en el disfrute de diversiones individuales o colectivas.

ANOTACIONES

El Proyecto consta de cinco páginas sin encuadernar; simplemente grapadas en su lateral superior izquierdo.

Mitxel Olabuénaga, C.M.

Sacerdote Paúl y Doctor en Historia. Durante muchos años compagina su tarea docente en el Colegio y Escuelas de Tiempo Libre (es Director de Tiempo Libre) con la práctica en campamentos, senderismo, etc… Especialista en Historia de la Congregación de la Misión en España (PP. Paúles) y en Historia de Barakaldo. En ambas cuestiones tiene abundantes publicaciones. Actualmente es profesor de Historia en el Colegio San Vicente de Paúl de Barakaldo.

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